La localidad de Murillo el Fruto ha organizado mañana sábado día 23, coincidiendo con el solsticio de verano, una jornada de puertas abiertas para mostrar la restauración llevada a cabo en el antiguo lavadero y el pozo de hielo. Unas obras que por iniciativa municipal, y bajo el asesoramiento de la Institución Príncipe de Viana, ha realizado en tres meses la empresa local Construcciones Layonda, mediante el proyecto de Juan Cruz Lasheras (ORVE). El concejal Amador Labiano, responsable de Urbanismo, manifestó a La Voz de la Merindad la satisfacción de la corporación y de todo el vecindario por el resultado de unos trabajos que se han tenido que reconstruir prácticamente en su totalidad con un presupuesto estimado en 75.000 euros que al final han rondado los 86.000€ y que serán financiados en su mayor parte por el Consorcio de Desarrollo de la Zona Media mediante fondos europeos y el resto lo cubrirán las arcas municipales.
El lavadero se construyó como servicio público a primeros del s.XX, sin embargo, la instalación del agua corriente en 1955 llevó a su paulatino abandono. La techumbre se derribó en torno a 1975, los restos del edificio fueron retirados en 2008 y no quedaban sino huellas y maleza.
En cuanto al Pozo de hielo se desconoce la fecha exacta de su construcción, si bien data la existencia de un “pozo de yelo” en 1675. El agua recogida de los términos del pueblo, se trasladaba por medio de caballerías y carros hasta el pozo y así comenzaban su llenado a finales de diciembre o primeros de enero. A veces también se almacenaba nieve.
Según algunas escrituras del s.XX, era arrendado por los vecinos y la persona adjudicataria debía vender hielo a cualquier hora del día y al precio señalado a partir de junio hasta el 15 de septiembre, y en caso de excedente podía venderlo incluso fuera de la villa. El edificio abarca una superficie de 70 metros cuadrados con una capacidad interior máxima de 50 toneladas. “El hielo era utilizado en tabernas, domicilios y también en el hospital local, como medicamento prescrito por el médico”, se asegura en el trabajo de investigación de Juan José Lacosta
Las obras realizadas para la puesta en valor de esta arquitectura rural de antaño, urbanizada ahora, posibilitan a las nuevas generaciones conocer el servicio que prestaron y que hoy lucen en todo su esplendor.
Sábado 23 de junio, jornada de puertas abiertas
Las asociaciones de la localidad, en colaboración con el ayuntamiento, han organizado a las 19:30h una marcha hasta la ubicación de ambos edificios, acompañada de los dos cabezudos “la lavandera” y “Raimundo Lanas” , la banda de música de Murillo y posteriormente se ofrecerá un aperitivo a todo el público. Además varias mujeres se han ofrecido para mostrar en directo el imprescindible trabajo de lavar la ropa en aquellos lugares comunitarios.