Con el vecino tafallés, el colombiano Carlos Duarte Rozo

Carlos Duarte
El pasado domingo 2 de octubre, este vecino tafallés fue uno de los miles de colombianos residentes en el Estado español que tenía una cita con las urnas, en el plebiscito sobre los acuerdos de paz de Colombia. Este fue el mecanismo de refrendación previsto para que la ciudadanía de ese país expresara su aprobación o rechazo a los acuerdos firmados entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Habana, el 24 de agosto de 2016. Tras 52 años de guerra y cuatro más de un intenso y largo proceso de paz, la consulta marcaba el inicio de un nuevo futuro para Colombia basado en el compromiso de terminar el conflicto armado y la oportunidad de construir una paz justa y duradera. El resultado, sorprendente e inesperado, fue la victoria del “no”.
Este colombiano de Bogotá lleva 16 años viviendo en Tafalla y fueron razones económicas las que le llevaron, como a miles de compatriotas, a abandonar el país y probar suerte en otro lugar. Su primer y único destino ha sido Tafalla. Encontró trabajo enseguida. Tras unos primeros meses en una empresa de colocación de postes para viña, comenzó a trabajar de camarero en el Txalupa, el bar que a día de hoy, quince años después, continúa, “plenamente integrado y como un tafallés más”, puntualiza, pues aquí ha encontrado acomodo y bienestar. No ha perdido contacto con Colombia, mantiene familia y amigos, y procura volver cada cierto tiempo al país que quiere. En este sentido el referéndum del 2 de octubre y todo el proceso de paz desarrollado lo ha seguido muy de cerca porque “todo lo que afecta a mi patria, me afecta a mí”, acierta a expresar este tafallés de adopción al que le ha sorprendido saber que su apellido Duarte tiene un origen vasco.
Texto: Agurtzane Berrio.
Artículo completo en la revista Merindad de 1 de diciembre de 2016
Deja un comentario