El Gobierno foral reconoce su aportación a la cultura navarra por sus trabajos históricos, etnográficos y toponímicos
El historiador artajonés José María Jimeno Jurío ha sido galardonado a título póstumo con el máximo galardón que otorgan las instituciones navarras por su aportación a la cultura de Navarra.
Jimeno Jurío, fallecido en Pamplona en 2002, fue un “intelectual atípico e irrepetible”, del que destaca su prolífica producción científica en trabajos de historia, etnografía y toponimia, y también en el ámbito de la lengua y el folclore, por lo que recibió a lo largo de su carrera profesional numerosos reconocimientos populares, culturales y académicos.
En su faceta de investigador, Jimeno Jurío fue pionero en la de recogida de datos y testimonios relacionados con la represión franquista de 1936 que fue publicando en la revista Punto y Hora, material que posteriormente legó a Altaffaylla para la edición del libro Navarra 1936. De la esperanza al terror.
En los años 80 y 90, dirigió al grupo multidisciplinar que desarrolló el trabajo de recopilación de la toponimia de Navarra, obra monumental de 60 tomos, que recibió el apoyo del Gobierno de Navarra, y que sirve de herramienta de trabajo para historiadores, lingüistas, antropólogos, geógrafos, biólogos, arqueólogos, edafólogos y otros investigadores de diversas disciplinas.
Fue miembro de la Sociedad de Estudios Vascos (SEV), de la que fue vicepresidente en 1984. La Academia de la Lengua Vasca le nombró académico de honor en 1991 en reconocimiento a las aportaciones realizadas al euskera con sus trabajos toponomásticos. En 1997, la fundación Sabino Arana le concedió el premio “Trayectoria de toda una vida”, y en 1998 recibió el Premio Manuel Lekuona otorgado por la Sociedad de Estudios Vascos.
El galardón será entregado a los familiares del historiador el próximo 3 de diciembre, en el marco de los actos organizados para celebrar el Día de Navarra.
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