Javier Zabalza
Este año, la celebración del día del Orgullo se va a ver condicionada por la actual situación de emergencia sanitaria, al igual que la mayoría de iniciativas sociales. Ante la imposibilidad de convocar movilizaciones en la calle, los colectivos LGTBIQ+ están proyectando alternativas digitales para estas jornadas de reivindicación. Una de las caras visibles de este colectivo en la Zona Media es Karlos Montoya, pero en absoluto es el único.
“La marca Navarra Media Friendly pretende reforzar las actividades que ya existen en el calendario con otras diferentes para poder atraer a un nuevo público que genere un turismo sostenible y de calidad”
Como él mismo explica, el movimiento abarca a muchas personas de toda condición, y ninguna de las ideas propuestas podrían llevarse a cabo sin el apoyo y el impulso de las personas que quedan en el anonimato. Entre todas conforman Laiak, una de las asociaciones LGTBIQ+ más activa de Navarra, firme defensora del entorno rural y ejemplo para muchas otras que entienden que su lucha no se limita solamente al colectivo que representan, y abarcan transversalmente a todos los elementos sociales de sus áreas geográficas. Conforman, en definitiva, uno de los elementos sociales más activos y dinamizadores de sus comarcas. Nos reunimos con Karlos para hablar de esto y muchas cosas más.
¿Cómo tomaste consciencia de tu orientación sexual en un momento en el que no estaba tan normalizada como ahora? 0Cómo se lo explicaste a tu entorno?
Me salía de adentro. Siendo aún muy joven me di cuenta de que cuando veía a los hombres había algo en ellos que me atraía. En plena adolescencia, cuando jugábamos a los típicos juegos de besos como el de la botella, yo no sentía deseo de besar a las chicas, me atraían mucho más mis propios amigos. La cosa fue evolucionando, no sin desgaste mental, ya que en aquellos momentos las dudas que a uno le surgían sobre su sexualidad no podían plantearse tan abiertamente. Fue ya cuando cumplí 18 años, cuando comencé a conocer festivales LGTBI, empecé a visitar locales de ambiente en Pamplona / Iruña, etc. Así me di cuenta, sobre todo a raíz de un viaje que hice a Sitges, que había mucha más gente como yo que desarrollaba su sexualidad de forma natural. Al volver a Tafalla, se lo conté a mis amigas. Tuve todo su apoyo y comprensión, lo que me animó a decírselo también a mi familia. Lo aceptaron inmediatamente y de forma natural. En este sentido me siento afortunado y agradecido, sobre todo con las chicas que me ayudaron en esos momentos. Las mujeres siempre han sido mi gran apoyo.
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