Javier Zabalza
Juan J. Recalde presenta su libro sobre la historia y la cultura del valle de la Bizkaia
“Entrando por la Bizkaia,
la capital Guetadar,
y en Sabaiza comen uvas
cuando van a vendimiar,
y en Usumbeltz las avellanas
mucho suelen abundar”
Copla de la Bizkaia
El título que encabeza esta entrevista está tomado literalmente del libro La Bizkaia de Navarra. Memorias de un valle en silencio, una obra escrita por Juan J. Recalde, oriundo de Pamplona / Iruña pero ha vivido y ha crecido en Solchaga. Tras sus páginas se oculta una investigación larga y concienzuda sobre el pasado de este valle, tan cercano como desconocido para muchas de las personas que habitamos la Zona Media. El propio Recalde nos reconoce que la motivación para lanzarse a semejante aventura fue tomar conciencia de que no había nada escrito sobre el lugar. Además, su familia materna procede de Julio, un pueblo de la Bizkaia. Con motivo de la presentación de su libro, quisimos saber más del meritorio trabajo que hay detrás de él, máxime cuando carece de formación específica sobre la investigación histórica. Su caso es una clara muestra de que, con pasión y voluntad, se le puede dar voz a lo que antes fue silencio.
Descríbenos brevemente el Valle de la Bizkaia
Está conformado por ocho pueblos: Sabaiza, Guetadar, Julio, Arteta, Loya, Usunbeltz, Irangoiti, y Gardalain. Hubo otro, llamado Usaregui, y se asegura que hubo uno más llamado Eyzko, aunque no se puede demostrar con las fuentes. Se trata de un valle muy peculiar, una zona que no resulta extraña pero sí diferente. Sus habitantes eran caseros y renteros, no había nadie que tuviera propiedad ni de casa ni de tierras. Todos los pueblos eran de personas pertenecientes a la nobleza que no vivían en ellos. El terreno se explotaba a través de contratos de duración variable, y que arrendaban tanto la casa como la tierra. Por ello, era habitual que los habitantes de un pueblo se trasladaran a otro una vez terminados sus contratos de arrendamiento. A través de la documentación se pueden encontrar familias y apellidos en diferentes momentos y en diferentes lugares del valle. Algunos de estos apellidos nos resultan sorprendentemente familiares: Armendáriz, Sola, Orzanco, Induráin, Beorlegui, Mendía, Valencia y, sobre todo, Zaratiegui, que es autóctono de la Bizkaia.
Los apellidos que mencionas, además de resultarnos especialmente familiares en localidades como Tafalla, suenan también a la Baja Navarra. ¿Qué explicación puede tener?
Sabemos con certeza que hubo movimientos migratorios procedentes de la Baja Navarra hacia el valle. Los factores que los provocaron son diversos. En primer lugar, y sin orden de importancia, está el clima. Es probable que buscaran un clima más benigno que el de los valles pirenaicos. Junto a él, está el factor trabajo, puesto que la zona les ofrecía posibilidades de desempeñar oficios que ya conocían, como la cantería o el pastoreo. Y en tercer lugar, pero no por ello con menos importancia, está el factor religioso. Hay que tener en cuenta que, para justificar la conquista castellana de 1512, los últimos reyes de Navarra fueron excomulgados por el Papa, y se refugiaron en la Baja Navarra, convirtiéndose esta zona en protestante. Es por ello por lo que muchos católicos de la zona pudieron cruzar a la Navarra continental para poder seguir expresando su fe sin presiones, o para huir de lo que considerarían una “herejía”.
Ver entrevista completa en la revista de La Voz de la Merindad del 15 del 9 de 2020
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