“A mí me gustan mucho los retos y claro, a veces puedes superarlos y otras veces no. Hay que aprender a caer para después poder levantarte”
Antes de empezar nuestra conversación Telmo nos da las gracias un montón de veces por hacerle la entrevista. Le explicamos que el agradecimiento es nuestro porque es todo un ejemplo de superación y de pasión, pero le da igual.
Telmo es humilde, hace las cosas desde el corazón, como nos explicará más adelante. Su afición a la música le viene de familia, pero para él la música es mucho más que un hobby: es su forma de enfrentarse a la vida, de ponerse retos y superarlos.
Telmo tiene 12 años y las ideas muy claras. Está dispuesto a superar cualquier barrera con tal de dedicar su capacidad intelectual a aquello que más le apasiona. El pasado 3 de agosto, con motivo del festival de celebración del centenario de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Tafalla, estrenó un vals compuesto para la ocasión, una pieza que la comparsa ha añadido a su repertorio de bailes. Sin duda, fue una experiencia muy emotiva.
Las palabras que Telmo dirigió después a los espectadores pusieron a las miles de personas que allí se encontraban, su gente, con el corazón en un puño. Nos reunimos con él para que nos cuente sus vivencias en un día tan entrañable.
Pero sobre todo para aprender. Sus palabras son lección y ejemplo para todo el mundo.
“Cuando hablé en el festival fui expresando lo que me decía el corazón, que es lo más importante, porque si no te sale del corazón, ¿para qué decirlo? Para quedar bien no tiene sentido hablar”
Entrevista completa en la revista del 15 de noviembre de La Voz de la Merindad
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