No es ningún secreto el pobre estado en el que se encuentran los océanos de todo el mundo a día de hoy. Las principales responsables de su precario mantenimiento son las multinacionales que vierten residuos en ellos como si de un vertedero se tratara, pero lo cierto es que todos aportamos nuestro granito de plástico . Algunas asociaciones como Greenpeace luchan a diario para hacer conscientes a las personas y a las instituciones de esta preocupante realidad, y en una de estas iniciativas han participado Txus Iborra y Elena Martínez, ambos vecinos de Tafalla, que se embarcaron en el buque Arctic Sunrise para colaborar en una de las etapas de la campaña “De Polo a Polo”, una iniciativa de Greenpeace que pretende documentar y visibilizar las amenazas a las que se enfrenta el medioambiente
La idea surgió cuando Elena se acercó a Bilbao para conocer el barco, después de recibir una llamada de su hermana Ana Martínez, directora de medios de Greenpeace España. Allí le comunicaron que el buque estaba necesitado de tripulación, y le propusieron incorporarse como voluntaria. A Elena le interesó la idea, y se la transmitió a su cuñado Txus Iborra, vinculado a Greenpeace desde 2004. Desde el primer momento lo tuvieron claro: era una oportunidad única para colaborar con una iniciativa en la que ambos creían. No dudaron ni un segundo en sumarse al proyecto del Arctic Sunrise . Así, el día 9 de junio embarcaron en Bilbo con rumbo a Ámsterdam.
Artículo completo en la revista de La Voz de la Merindad del 15 de septiembre de 2019
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