
Hijos y nietos de los murilleses asesinados en 1936
Dentro de la semana pre fiestas, e impulsado por la Ley de Memoria Histórica, el fin de semana hubo actividades para honrar a los vecinos asesinados en 1936.
El sábado en la Sala de Cultura Raimundo Lanas se proyectó el documental “Nos lo quitaron todo” de Patxi Eguilaz, seguida de una charla debate impartida por el historiador José Miguel Gastón, jefe de sección de Memoria Histórica del Gobierno de Navarra que también participó en el acto del domingo
Ayer día 21, la precisoa casa palacio de los Rada que alberga el Ayuntamiento acogió a partir de las 13:00h. a familiares y miembros de asociaciones relacionadas con la Memoria para asistir al descubirmiento de una placa en el zaguan del consistorio. El concejal Pedro Blazquiz y el alcalde Juan Carlos Gabari, en nombre de la corporación tomaron la palabra para recordar a los vecinos asesinados sin juicio alguno por defender la libertad, el progreso y el orden constitucional. A continuación se descubrió la placa. La emotiva canción de Jokin Sánchez Mancebo acompañado de la guitarra dio paso a la intervención de Mari Jose Martin, nieta de Esteban Garde Gabari asesinado en san Cristóbal con 28 años que dejaba a su mujer María Goñi con tres críos de corta edad. Marilé Mancebo Ausejo, nieta de Santiago Ausejo, recordó que en junio de 1979 se recuperaron los restos expuestos en el mismo zaguán que ahora recordaba “a esos hombres buenos, que están siempre presentes y luchaban por unos ideales y derechos para todos”, razonó.
Leire Goñi interpretó una jota de Felicio Murillo, ambos familiares de asesinados y compuesta para la ocasión:
Tenían un ideal
Y ello les costó al vida
Con el tiempo se perdona
Pero eso jamás se olvida
La intervención del cura de Murillo Cecilio Lacruz, que rezó un padre nuestro, alegando que el primer ajusticiado fue Jesucristo y que participaba del dolor de unas familias y de otras no fue del agrado de muchos de los asistentes y mientras unos murmuraban que el sermón era para misa, otros optaron por salirse. Seguidamente se nombró a todos los asesinados, incluido Isidoro Gabari Fadrique, natural de Murillo y vecino de Larraga, mientras se colocaban 19 claveles rojos bajo la placa.
Tras finalizar el acto, con los sonidos del txistu, la comitiva se trasladó hasta el cementerio para depositar unas flores en donde se cantó una jota y se leyó una poesía de Marino Ayerra.
Entre los presentes estaba Pedo Leralta (EH Bildu) concejal de Tafalla y presidente de la Mancomunidad de Mairaga; Fernando Rey, director del Servicio de Memoria y Convivencia del Gobierno de Navarra.
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