Reconocimiento oficial a Rocío Montoya, primeras mujeres obreras de Calzados EYA y el equipo femenino de la Peña Sport en su 25 aniversario
Adelantándose al 8 de marzo para participar en la huelga organizada por los colectivos de mujeres y feministas, la Comisión de Igualdad del Ayuntamiento de Tafalla ha hecho esta tarde un merecido reconocimiento oficial a aquellas mujeres que en diferentes campos y tiempos difíciles rompieron moldes.A todas se les ha impuesto un pañuelo rojo con el escudo de la ciudad.
La figura de la fotógrafa Rocío Montoya de familia de fotógrafos y fallecida en 2016, ha sido glosada por su sobrino Carlos quien ha recordado sus trabajos en el estudio, revelado y retoques en negativos.Creía en su trabajo, en su tierra y en su gente.”Muchas de las fotografías antiguas de Tafalla fueron hechas por ella aunque el trabajo visible era el masculino”, ha señalado. Sin nombrarlo, ha traído a cuento las declaraciones del obispo Munilla para afirmar que “a ninguna mujer le salen cuernos, ni son diablos ni le sale fuego por la boca. Veo mujeres que luchan por la igualdad”.
Pili Berrio por su parte ha evocado la historia de las obreras de Calzados EYA, fundada por Benigno Armendáriz en 1935, especializada en playeras de lona y botas de goma o Katiuskas que llegó a tener en la década de los años 70, mas de 500 obreros y obreras, mujeres en su inmensa mayoría. Conocida también como “La Moderna” fue la fábrica en la que se rebelaron muchas mujeres en defensa de su independencia económica y de sus derechos laborales y sociales en tiempos en que “se daba dote matrimonial indemnización a las que se casaban y dejaban su puesto de trabajo” porque la mujer “formaba parte de una institución básica para el franquismo: la familia y la dependencia del hombre”. Berrio ha subrayado también que las obreras de Industrias Armendáriz fueron protagonistas de protestas, reivindicaciones y huelgas a finales en los años sesenta y setenta no solo en su fábrica sino en otras como la de Potasas o Motor Ibérica. A continuación Dolores Osés, Loli Gallego, Isabel Dallo, Carmen Esteve, Gloria Zabalegui, y las hermanas Luci y Marichu Asa han recibido su pañuelo.
Finalmente, Sonia Cabrero ha destacado la dificultad y las barreras que tuvieron que superar las 27 mujeres que formaron el primer equipo femenino de la Peña Sport. Beatriz Agramonte, integrante de ese primer equipo ha explicado con mucho gracejo los avatares que padecieron para llevar a cabo su deseo de jugar al fútbol o balompié “en el centro y no en los márgenes” porque el fútbol femenino era invisible y no había referentes. Chicas de Barasoain, Olite, Pitillas, Beire, Caparroso… se juntaban a jugar y en 1991 acudieron a la Peña Sport para solicitar un equipo con derecho a campo, vestuarios en condiciones y arbitrajes con toda la intendencia y logística que tenían los hombres. Y no les pudieron decir que no.
En estos 25 años han pasado 200 jugadoras. Agramonte ha recordado especialmente a las aliadas y aliados que tuvieron en ese camino: entrenadores, directores, padres y madres. Su alocución ha terminado solicitando espacios y proyectos igualitarios con oportunidades para todos y todas, “porque hemos forjado un patrimonio deportivo y cultural valioso”. Seguidamente las jugadoras de aquel primer equipo han ido recibiendo su pañuelico.
“Si el tiempo es vida ¿Cuánta vida tiene tu día? / Denbora bisitza bada, egunero zenbait bizi zara?”.
Previamente al reconocimiento, las concejalas han ido alternándose para leer en euskera y castellano el manifiesto institucional con motivo del Día Internacional de las Mujeres encabezado por la premisa “Si el tiempo es vida ¿Cuánta vida tiene tu día? / Denbora bisitza bada, egunero zenbait bizi zara?”.
Manifiesto en castellano y euskera
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