Saioa está preparando a Vidrié, un brioso caballo luso árabe de 8 años, con mucha fuerza. Subida en un taburete, trenza con mimo las crines del caballo y él, inquieto ante nuestra presencia, resopla, golpea el suelo con los cascos para intimidarnos y ante la mano que trata de acariciarlo busca mordernos. “Tranquilo Vidrié”, le dice Saioa, pequeña y delgada al lado de ese soberbio caballo, mientras le acaricia y doblega. “Es un caballo entero, sin capar, y además de esta circunstancia, por raza con mucho nervio y chispa; uno de mis preferidos”, añade para explicar su comportamiento. Concluye la trenza que le permite tener siempre a la vista el cuello del animal en sus ejercicios de doma clásica y sigue colocándole por este orden sudadera, mantilla, silla, cincha, cabezada, riendas y estribos. Tras vendar las patas para que el animal no se roce con las herraduras, Saioa se sube a la grupa del animal e inicia el descenso hacia la pista de entrenamiento del Club de Hípica Cristina Ullate. Su inseparable perrita Argi les sigue entre ladridos alrededor.
Saioa de Esteban Ciriza, a sus 19 años, se prepara para el Campeonato Navarro de Doma Clásica 2016 desde el Club de Hípica Cristina Ullate donde aprende y entrena. Aunque debutó en la competición el año pasado, su relación con los caballos viene de atrás. “Según dice mi madre, la primera vez que vine a este lugar fue con cinco años, muy pequeña, pero debía ser tanta mi insistencia que me tuvieron que hacer caso para que dejara de dar murga. Aunque no recuerdo esa primera vez, sí que soy muy consciente de que los caballos me han gustado siempre, y que siempre han estado en mi vida como algo muy importante”, afirma Saioa. Comenzó como comienzan todos los niños, familiarizándose con los animales como en un juego y de manera esporádica, cursillos en vacaciones, fines de semana, etc., hasta que con 14 años comenzó a asistir una vez a la semana de manera regular y con plena consciencia de que quería ejercitarse en la doma clásica, una de las tres disciplinas olímpicas que forman la equitación, y que tiene por objeto el desarrollo del caballo mediante un entrenamiento racional, metódico y equilibrado por medio del cual el jinete consigue que este realice todas sus órdenes con armonía, equilibrio y actividad. En las evoluciones y aprendizaje de esta disciplina ha tenido y tiene como referente a Cristina Ullate, su maestra y dueña del club de hípica de su mismo nombre, a la que además ayuda en el cuidado, atención y preparación de los caballos de la instalación.
Texto: Agurtzane Berrio/Fotos: Mikel Berrio
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