El pasado mes de julio concluyeron las obras que acometieron la pavimentación y la renovación de redes en la zona de San Isidro y sus calles aledañas.
El proyecto tuvo unas dimensiones faraónicas, tanto por los tiempos de ejecución, la movilización de maquinaria, y la cantidad de metros de calles afectadas. Los resultados, sin embargo, no han dejado a nadie indiferente. Lo más destacable a simple vista ha sido la amplitud de las nuevas aceras y la incorporación del carril bici a la calle San Isidro, lo que ha supuesto la pérdida de 87 plazas de aparcamiento. Quienes tienen su residencia en la zona se dividen entre quienes comprenden que la nueva distribución urbanística responde a los nuevos modelos sostenibles aplicados en buena parte de ciudades, y quienes plantean serias dudas sobre lo práctico de la nueva realidad resultante tras las obras. En cualquier caso, son los comerciantes de las calles afectadas quienes más preocupación han mostrado por el resultado final de las reformas, habida cuenta de que la pérdida de plazas de aparcamiento, el carril bici, y el nuevo sentido de circulación en algunas calles condicionan, y no poco, su actividad económica diaria. Se han organizado en diversas reuniones para transmitir al Ayuntamiento soluciones como la creación de una rotonda en la interconexión de la calle San Isidro con la calle Ábaco, el cambio de sentido de la calleja de Madre Nicol con San Isidro, o la habilitación de plazas de aparcamiento de duración limitada cerca de los comercios para facilitar que la clientela pueda estacionar y comprar en sus establecimientos.
Puedes leer el artículo completo con entrevistas a comerciantes de la zona en la revista de La Voz de la Merindad del 1 de octubre de 2019.
Cuando llegan los meses de crisis y poca venta, todo son quejas. La zona y su distribución han quedado inmejorables. Hay mucho menos tráfico en la calle con la seguridad que reporta para los transeúntes y niños que van a la escuela. Parece mentira que se quejen cuando les han dejado unas aceras amplias para ir con carros, etc. Lo que pasa es que algunos estaban mal acostumbrados.