
Marina Aoiz recitando sus poemas
Con un título que envuelve, Marina Aoiz conmovió al público que acudió ayer a la biblioteca de Tafalla a la presentación del poemario Embalaje, su “aventura de pequeño formato” escrita con el mismo cariño que toda su obra. No era un buen día para la autora participar en un acto de estas características, o tal vez sí, porque transmitió su verdad en un clima íntimo que se dejó sentir.
Visiblemente afectada y emocionada por la pérdida ayer mismo de un amigo, Aoiz explicó que la génesis del libro y el propio título se lo sugirió una noticia de prensa en 2010 acerca de la muerte en Pamplona de Jacek Mazur, de 47 años, en un banco de madera. Había sido un empresario polaco que huyendo de una experiencia personal que lo quebró acabó sus días como indigente. “La vida a la intemperie de las personas me hizo reflexionar sobre la idea del embalaje. Hoy día todo se envuelve, peor o mejor, con más o menos lujo, sin embargo muchas personas mueren desasistidas, entre cartones y ni siquiera eso”. Del mismo modo que destroza el alma comprobar el drama humano de las personas que huyen de sus países en busca de una vida digna.
A punto de entrar el poemario en imprenta quiso recordar al “Sr. Juan, otro indigente solitario y discreto que falleció en Tafalla en abril de este mismo año”. El preámbulo in memorian es para ambos.
“…El mundo está mal. Todo está mal en esta oxidada infancia acosada de fronteras… El mundo enrojece y no es de vergüenza… El mundo amplía sus cercados de alambre…” escribe en “Corazón de caucho” que abre esta miniatura de 20 poemas.
“Con la escritura intento reconstruir los desaguisados de la vida mediante herramientas artesanales como las palabras” afirmó Aoiz, quien confesó que “escribir es terapéutico” y un hábito que ejerce a diario.
La autora tafallesa contextualizó y puso voz a sus poemas, algunos escritos en forma de diálogo con otras autoras como la alemana Gertrud Kolmar, deportada en Auschwitz donde falleció en 1943, o la rusa Marina Tsvietáieva. Aoiz reveló que interactúa con otros escritores intercalando algunos de sus versos porque “soy antes lectora que escritora”.
Letras Cascabeleras (Cáceres), la responsable de la edición, es una asociación que convoca un certamen bianual de Narrativa y Poesía: “Me pareció noble su trabajo y ajusté al formato y a las bases del concurso este poemario que era bastante más largo y que empecé a escribir en 2010”, relató la autora. Iñaki Bastarrika, con quien ha desarrollado varios proyectos literarios, ilustra la cubierta.
Cabe destacar que en el mismo momento de la presentación, Marina Aoiz estaba participando en Miami, mediante video, en la entrega de premios del I Certamen Internacional de Poesía Luis Alberto Ambroggio 2017, en el que participaron autores de 25 países, y al que Aoiz fue invitada al recibir una mención por su trabajo “Errantes”, con un centenar de poemas.
Quien quiera hacerse con un ejemplar de Embalaje puede dirigirse a la autora o solicitarlo en la web de la asociación.