El Gobierno de Navarra ha declarado la protección de la totalidad de ribazos, ezpuendas, liecos y terreno forestal.
Del mismo modo ha suspendido el aprovechamiento cinegético y controlará determinadas labores agrícolas, con el fin de evitar que sean alterados y conseguir lo antes posible recuperar la situación anterior al siniestro, tal como se determina en la vigente Ley de Protección y Desarrollo del Patrimonio Forestal de Navarra. El departamento ha comunicado también que cualquier mejora de fincas, limpieza de acequia o cambio de uso, deben ser solicitadas al Servicio de Montes, y atendidas en campo por el personal del Guarderío Forestal del Gobierno de Navarra de la Demarcación correspondiente.
Así se lo ha comunicado el personal del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local a los cargos electos de los ayuntamientos afectados y personal técnico del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media, en la primera reunión técnica que ambas partes mantuvieron la pasada semana. Los objetivos del encuentro eran avanzar hacia una valoración definitiva de los daños del incendio; analizar las dudas existentes y definir las áreas, grupos de trabajo y las tareas pendientes que son necesarias para conseguir recuperar lo antes posible y con las mínimas secuelas posibles, las 3.538 ha de la Zona Media que se vieron afectadas por el incendio iniciado el 25 de agosto.
Con posterioridad, tendrán lugar nuevas reuniones de carácter temático para trabajar con detalle las distintas áreas de actuación.
Las primeras actuaciones
Las primeras y más urgentes actuaciones de recuperación en el área incendiada, se desarrollarán este mismo otoño, aunque no será hasta la primavera próxima cuando la valoración de daños y las acciones precisas de gestión de la regeneración de las masas puedan definirse con detalle. La recuperación del recurso cinegético vendrá acompañada de un frecuente seguimiento, que evaluará la necesidad de implantar nuevas medidas y de detectar los momentos óptimos para recuperar el aprovechamiento cinegético de cada especie.
Según han explicado los técnicos de Medio Ambiente, el paisaje de la zona afectada corresponde al identitario de la Zona Media, de gran riqueza ecológica, paisajística, y con un uso público y turístico relevante: el bocage, un mosaico en el que las áreas más llanas y fértiles son mayoritariamente cultivos agrícolas, salpicados y delimitados por acequias, ezpuendas y liecos ocupados por masas de monte bajo, matorral mediterráneo y orlas espinosas.
En este paisaje existe una intrincada continuidad, de gran valor ecológico, entre las comunidades vegetales de sotos y riberas con las masas de carrascas, quejigos y coscojas, que junto con repoblaciones de pino carrasco, ocupan las zonas más elevadas. Esta continuidad procura a los seres vivos refugio, agua y alimento (corredores ecológicos).
La gran extensión afectada ha comprometido el mantenimiento de este paisaje y se hace necesario prestar especial atención en su íntegra conservación.