
Jesús Mari Ibáñez (Cuto Divino), Ángel Izuriaga y Begoña Iriso. Foto, Carmelo Armendáriz
La vivienda ubicada en el nº 20 de la calle La Peña, propiedad del matrimonio formado por Ángel Izuriaga y Begoña Iriso ha recibido el Premio Rugiador 2017 en el concurso de embellecimiento floral de Tafalla organizado por la Orden del Cuto Divino. En esta ocasión se celebraba la vigésimo tercera edición de este certamen en el que se premia a la mejor vivienda que en su terraza o ventanas tengan flores o plantas naturales visibles desde el exterior.
La propietaria de esta vivienda unifamiliar, Begoña Iriso, fue quien recibió el galardón de manos del presidente de la cofradía gastronómica, Jesús Mari Ibáñez, consistente en una pieza de cerámica de diseño exclusivo elavorada por la artista lerinesa Consuelo Otxoa, además de un diploma acreditativo con el título de Florista de Honor. La entrega se realizó en la tarde del pasado viernes en un acto que tuvo lugar junto a la entrada de la Sociedad Gastronómica El Porrón y al que asistieron los miembros del Gran Consejo de la Orden del Cuto Divino, familiares del matrimonio premiado y varios ediles de diferentes grupos municipales encabezados por el alcalde de Tafalla, Arturo Goldaracena, además de unos amigos de la Cofradía del Espárrago de Navarra.
El jurado integrado por la florista Uxua Ciérbide y las vecinas Fernanda Prieto y Judith Ozcáriz, junto Maribel Gutiérrez opinaron que “la propuesta presentada por Dña. Begoña Iriso posee el mérito de haber conseguido con diferentes variedades un conjunto armónico en toda la fachada”.
También se hizo entrega a Mª José Morán de un completo equipo de jardinería por ser la agraciada en el sorteo entre quienes presentaron las diferentes nominaciones al premio Rugiador. Su hija María Ruiz recogió el premio.
Begoña Iriso se mostraba satisfecha por el premio recibido y expresaba su “afición por llenar de flores la fachada de la casa” que en estos momentos luce con sufinias de diferentes colores distribuídas en más de una decena de jardineras y en hiedras colocadas en la parte de la terraza. “Hay que regar las plantas continuamente, retirar las hojas secas y añadirles abono tres o cuatro veces al año, pero merece la pena porque la casa se ve más bonita y alegre” señalaba.
Texto: Carmelo Armendáriz