Tras dos décadas de olvido, ayer se recuperó el desfile de las escobas
Un año más, la peña El Aguazón arrasó ayer durante toda la jornada conmemorativa de su 75 aniversario. El programa elaborado minuciosamente para todo el día se cumplió a la perfección. Después de visitar el hospital y llevar alegría a las personas allí residentes, tomaron un aperitivo en el bar de Javi y siguieron de ronda hasta la plaza de Navarra con la txaranga Strapalucio, esa que tantos buenos ratos les ha hecho pasar en la peña a lo largo de muchos fiestas. La fuente de la Plaza de Navarra fue testigo de la foto commemorativa y a continuación casi 300 personas se reunieron en la Kube para comer un catering servido por restaurante Irene de Cadreita. Entre ellos se encontraban los concejales Haizea Lizarbe, Iñaki Lerga, Cristina Arconada y el alcalde Arturo Goldaracena (EH Bildu).

75 aniversario Peña El Aguazón
Tras la sobremesa, parte la Junta de la Peña quiso agradecer la labor de algunos músicos que han tocado muchas décadas con el Aguazón (Angel Cabezón, de Aldea Nueva de Ebro; José Manuel Aranaz representando a su padre Julián ), Strapalucio; las peñas Anaitasuna, Empuje y Cierzo; Endika Iriso, autor de la pancarta durante los últimos años y la txaranga Malatxo… A todos ellos se les entregó un detalle con el anagrama del 75 aniversario. Hubo un recuerdo y un fuerte aplauso para Michel Barasoain y Joaquín Puyol, fallecidos recientemente y para los jóvenes Iñigo Espila, Carlos Goicoechea y Mikel Barcelona de la Malatxo que murieron en un trágico accidente el 26 de agosto de 2003. Josu Bravo tomó la palabra emocionado para recordar a Gotzon Lizarbe y José Angel Uriz, vecinos refugiados, socios de la peña y ausentes desde hace 25 años de las fiestas.
Mientras María Jesús Pascual “Txuxi” recogía el lote de productos de charcutería al haber sido la agraciada en el sorteo, el personal que se dirigía hacia la salida para asistir al completo diario se encontró con la sorpresa de recibir en la puerta una escoba, utensilio que fue repartido entre todos los asistentes para emoción de la gente veterana y la sorpresa de la gente más joven. Y de manera espontánea, se fueron colocando en filas y en cruzadas, para protagonizar el famoso desfile de las escobas, desaparecido hace más de 20 años, a la par que lo hizo la becerrada.
En medio de un gran jolgorio y un ambiente excepcional se hizo un pequeño recorrido desde la Kube por las calle Escuelas Pías, Calle Mayor, Pasadizo del txistulari y Plaza de Navarra hasta el rincón donde se tomó el completo. Pero había muchas ganas de desfile y se volvió a intentar de nuevo desde las Cuatro Esquinas hasta la calle La Feria para regocijo de protagonistas y público que miraba asombrado y con cierta envidia la marcha alegre del Aguazón que, como dice la canción, siempre triunfa en fiestas.