Sirva este escrito para que quede constancia del problema que día a día sufrimos los vecinos y vecinas del barrio de la Peña (Tafalla) con una familia gitana que vive en la calle Santa Lucía, 16. Las quejas constan de dos partes, a la primera podemos denominar como normas de civismo y a la segunda perros sueltos con dueño.
Normas de civismo
La parte de la calle donde viven es una auténtica vergüenza. Está llena de suciedad por todo lo que tiran desde el balcón. Pueden preguntar al empleado municipal encargado de limpiar dicha zona. Los gritos a altas horas de la noche hacen que sea difícil conciliar el sueño. Los coches mal aparcados es una constante. La policía municipal se limita a decirles que los quiten, pero a los cinco minutos los vuelven a poner mal aparcados, impidiendo circular con normalidad, y riéndose de ellos. ¿Cuántas multas se ha puesto al vecindario por tener los coches mucho mejor aparcados?.
Perros sueltos con dueño
Las quejas en esta segunda parte son mucho más graves por existir la posibilidad de riñas y enfrentamientos con el vecindario, pudiendo pasar hechos graves, que todos podríamos lamentar. Durante todo el día andan sus perros sueltos. La calleja de la calle Santa Lucía, 20, un bonito rincón adornado con plantas, aparece llena de excrementos que tenemos que recoger los vecinos y vecinas. Hay personas que no se atreven a pasar por miedo, ya que los perros se les tiran encima, además es zona de tránsito para ir al tanatorio y a la iglesia Santa María y vemos a personas mayores pasar con cierto grado de agobio. La empleada de correos tiene auténticos problemas para dejarles la correspondencia por miedo a los txutxos.
El vecino Miguel Zubiri, que vive enfrente, no puede estar con la puerta de su garaje abierta porque en cuanto se descuida entran los perros. Ya son dos las zapatillas de deporte que se han llevado destrozándolas. Por si esto fuera poco, los jóvenes de un garito de las inmediaciones suben los días festivos por la noche a jugar con los animales causando los consiguientes alborotos.
Pero lo más grave es que hay antecedentes de amenaza con arma blanca a un vecino y la contestación que se nos da a todas estas quejas es que lo tenemos muy mal y que poco se puede hacer.
Nuestra paciencia se ha acabado y estamos dispuestos a ir a otras organismos superiores e incluso recurrir a la vía judicial. ¿Qué parte de responsabilidad tendrá el Ayuntamiento en el caso de que ocurran hechos que todos lamentaríamos?
Vecinos y vecinas del barrio de la Peña