Un sol radiante se sumó al emotivo homenaje celebrado el pasado sábado en Larraga para recordar a los 47 paisanos asesinados (15 pertenecían a la CNT, 4 a Izquierda Republicana y el resto a UGT) y en especial a las mujeres rapadas, humilladas y condenadas al olvido en un acto organizado por la asociación memorialista Maravillas Lamberto al que se sumaron cientos de personas.
Pasadas las 11 de la mañana, Izaskun Nieto, familiar de Victorino Elrío (CNT), asesinado en las Bardenas a los 18 años, dio la bienvenida al público asistente ante el monolito erigido en memoria de los represaliados hace seis años en el parque de la Memoria, agradeciendo la participación en el homenaje.
A continuación la comitiva, con el zanpantzar al frente, acompañada de txistularis de Olite y Larraga y la banda de gaiteros Zubiondo de Gares, se dirigió a pie hasta la calle Maravillas Lamberto y frente al nº 3, la casa natal de su familia, Iker Tubia y Jaizkibel García bailaron un aurresku de honor. De allí, continuaron hacia la plaza del Ayuntamiento, emulando el recorrido que los fascistas pudieron hacer para llevar a Maravillas (volada y asesinada a los 14 años) y su padre Vicente hasta la cárcel del pueblo, ubicada en 1936 en los bajos del Ayuntamiento, en la Plaza de los Fueros.
Soraya López, nieta y sobrina de Pedro (concejal) y Tobías Zufía respectivamente, militantes de UGT, asesinados en Ibero, recordó a su abuela Elena Luquin y a todas las mujeres que sin dinero, sin propiedades, aguantando humillaciones y vejaciones por parte de los asesinos de sus maridos, hermanos e hijos tuvieron que sacar a su descendencia adelante. “Eran hombres sin luz que a veces venían a todo gritar pero otras con nocturnidad y alevosía descargaban en los hogares la más fría crueldad. Era la muerte azul. Hemos paseado hoy por Larraga y seguiremos haciéndolo para que el silencio no os pueda pintar de olvido. La condena de silencio a la que fuisteis sentenciadas no ha sido capaz de sepultar vuestro mañana, y aquí estáis hoy presentes. Seguiremos pintando de recuerdo la eternidad de vuestra alma” manifestó parafraseando la canción de Fermín Balentzia. López, en otro momento, echó una jota con letra propia alusiva a la memoria.
Viki López Urman, de la asociación organizadora leyó el poema de Consuelo Ruiz “Las mujeres de los rojos” y después de los bertsos de Lorea Luzea, llegó la voz de Fermín Balentzia con “El alto Loiti” porque “la semilla sigue viva como las amapolas que florecen en nuestros campos”.
Uno de los momentos más emotivos y de mayor ovación fue la interpretación de “Maravillas” (F. Balentzia) por el coro de adultos de la ikastola Paz de Ziganda, dirigidos por Mari Paz Arizkun, y bailada al unísono en la plaza por ocho parejas ataviadas con ropa de época. En el centro, una pareja especial representando a Maravillas y a su padre, se movieron a ritmo de habanera arropados por el taller amateur de baile de Tierra Estella e integrantes de Larraga.
Un poema recitado por dos representantes del gaztetxe Maravillas, de Iruña, dio paso a Gorka Urbizu, la voz de Berri Txarrak, que se sumó gustoso al homenaje para interpretar en acústico su tema “Maravillas”. Previamente manifestó a La Voz de la Merindad que “las canciones son contenedores de Memoria y hoy cobra todo su sentido”.
Josefina Lamberto, hermana de Maravillas, cerró el turno de intervenciones con la denuncia de que, a día de hoy, todavía no sabe donde está su padre Vicente (UGT), asesinado en Iruñuela con 55 años junto a su hija Maravillas de 14. “No nos han devuelto nada de lo que nos robaron. Ni perdono ni olvido”, concluyó.
Cabe recordar que el censo de Larraga en 1936 era de 2358 habitantes y que de los 47 vecinos asesinados, 15 pertenecían a la CNT, 4 a Izquierda Republicana y el resto a UGT.