Por: José Luis Lizarbe Osés

Noruega se sitúa en la Europa más septentrional y junto a Suecia, Finlandia y Dinamarca conforman Escandinavia. Países con un reconocido alto nivel de vida, gozan de una atención médica universal de primera altura y una seguridad social integral.

Desde el sur de Europa admiramos también sus maravillosos paisajes y admirables estampas.

En este país, a 3.200 kilómetros que separan Tafalla y Trondheim, encontramos a Ainara Moral Larrasoaña, residente en este país “vikingo” desde hace poco más de tres años y a quien abordamos en su visita navideña a su ciudad.

¿Rellenamos tu ficha personal, Ainara?

Nací el 1 de septiembre de 1984 en Tafalla, mi ama es Mertxe Larrasoaña y el aita Julio Moral. Tengo un hermano, Iban. Hice los estudios primarios en la Ikastola y me encantaba jugar con el grupo de amigas.

Pasé después al Instituto de Iturrama y al finalizar pensé en hacer algo relacionado con la química. Me matriculé en Bilbao (Leioa) en ingeniería química en donde pasé 7 años entre la carrera y el proyecto de fin de carrera con un accidente en carretera que me hizo parar por un tiempo.

¿Cómo fue ese accidente?

Patiné por el hielo con el auto yendo a la Universidad. Iba con un compañero, nos salimos de la autovía y por fortuna todo terminó con 6 meses de parón, mareos y estudios médicos. Le cogí pánico al hielo.

Más tarde llegó un máster en la Universidad Pública de Navarra en química sostenible que hicimos con visitas a Castellón y Ciudad Real. El proyecto lo hice en Pamplona. Al finalizar el máster quisieron me quedara en la UPNA pero no hubo presupuesto.

Sí lo hubo para hacer prácticas en fábricas de Cáseda (Viscofán) y Allo (Colhogar) en donde estuve. Más tarde me llamaron de la UPNA para decirme que tenían presupuesto y tras dos años con una beca de tecnólogos y un proyecto hice el doctorado de químicas durante cuatro años, era 2017 y en ese momento me ofertaron un año más en la UPNA.

¿Cuándo llegó lo de salir a Noruega?

Uno de los profesores que tuve en la tesis había trabajado durante su doctorado en Trondhein. Mandó un mensaje a la Universidad de esta ciudad informando sobre mi trabajo y mi interés por ir.

Le respondieron de manera positiva, envié el Currículum, espere un mes y tuve una entrevista online con ellos y me contrataron. Era 2018. Les pedí me dejaran un tiempo al estar sacándome el título EGA de euskera y en diciembre aterricé en Oslo.

Al hielo que odiabas desde tu accidente… ¿Cómo fueron los primeros pasos?

Hacía un tiempo sorprendentemente caluroso pero a la semana comenzó a nevar y conocí el país con su más duro invierno. Con una chica noruega compartí casa. Las dos hablábamos inglés, idioma de casi todos.

Ainara Moral en un lago

He intentado estudiar noruego, muy complicado, en la universidad todos hablan inglés. El grupo de amigos, madrileño, catalán latino-americanos y yo de Tafalla hablamos en castellano.

¿Cómo es Trondheim?

Es la tercera ciudad en habitantes y la más noruega. Se sitúa en el fiordo del mismo nombre y tiene unos 200.000 habitantes. La catedral de Nidaros es gótica del siglo XI. Trondheim resalta por su tradición vikingo. La ciudad reúne a muchos estudiantes con Universidades y centros escolares y cuenta con varios museos de gran interés.

¿Qué labor desarrollas en la Universidad?

Hasta diciembre he estado trabajando en un proyecto de investigación de CO2 y ya en este 2022 participaré en otro plan dando clases en un proyecto de reciclaje de plásticos y sacar combustible de ellos.

¿Cómo viven los noruegos su día a día social?

Noruega no pertenece a la Unión Europea. Goza del espacio Schengen con sus fronteras abiertas al resto de Europa. Tiene pleno empleo y unos salarios que te acomodan a un buen sistema.

Los precios van en consonancia de esos salarios y por ejemplo un piso tiene un alquiler de entre 1.500 a 2.000 euros por mes. La cultura es de comprar tu casa, incluso hay gente que adquieren una vivienda y luego la venden.

Una diferencia grande es que en Noruega todos los datos son públicos, con total transparencia. Mis cuentas me las ve el estado.

A través de un código y número personal con mi contraseña pueden acceder a mi banco, historial médico, correo postal y todo tipo de declaraciones y tasas.

¿Entonces, es la panacea este país?

No, por algo se escapan cuando se jubilan. Ahí tienes a la ciudad de Alfaz del Pi en Alicante y otras ciudades costeras repletas de ciudadanos veteranos altos y rubios. El nórdico no es cercano, se abre un poco pero queda lejos de nuestra cultura y tradición

Ainara Moral visitando un glaciar

Allí los nativos están en casa a las 4 de la tarde al terminar el trabajo. El clima tampoco acompaña. El alcohol, que aquí socializa, allí se toma en solitario y lo adquieren en tiendas especializadas.

¿Da tiempo para pasarlo bien? En tu caso encontraste a alguien muy especial…

Sí, conocí a Oscar, un chico de Madrid que hace el doctorado en la Universidad. En nuestro caso salimos al gimnasio, a escalar y a esquiar los fines de semana. El esquí es el deporte nacional. El país no invita a ir a restaurantes salvo en momentos puntuales.

Nuestro grupo se ve en alguna casa y aprovechamos para darle a las viandas como el jamón, txistorra, queso y el vino que llevamos al regreso de vacaciones. Los precios son muy caros. Una cerveza sale por 10 euros y una copa de vino cuesta 4 y 5 euros.

La oferta no es muy amplia con el salmón y otros pescados tan sabrosos que tienen, apenas hay restaurantes locales, sí los hay mexicanos, italianos…

El noruego hace tres comidas básicas: Desayuno, un almuerzo a mediodía sencillo y al llegar del trabajo y con la familia se cena sobre las 6 de la tarde.

¿Y lo del frío como lo llevas?

Sorprende mucho que la gente continúe saliendo a la calle con temperaturas de hasta -17º grados. No se dan muy de seguido pero en invierno lo encuentras y de la misma manera sube el termómetro con una media de -3 o -4. La temperatura no sufre muchas alteraciones en invierno, al no haber apenas horas diurnas apenas se nota.

¿Cómo se puede vivir sin sol durante varios meses y sin noche en el verano?

En septiembre las horas de luz se van reduciendo, llueve mucho y el día hasta el mes de abril entra en decadencia. Para paliar la falta de vitamina D que tiene el sol se toma aceite de pescado, algo muy mítico que suma también omega 3 y hay pastillas complementarias.

Ainara Moral esquiando

En verano el cuerpo desarrolla un cambio total, la noche apenas existe. Para dormir, con ventanas sin persianas, utilizamos cortinas opacas y antifaces. En mi caso lo llevo mal, apenas duermo. Conozco algunos casos de gente que renunció y regresó a su tierra.

¿Y el Covid, cómo lo sufrís?

Noruega cerró enseguida sus fronteras y fue el último país europeo en el que penetró pero de manera muy suave. De hecho hasta la variante actual del Omicron no lo hemos sentido.

En marzo de 2020 se hizo un confinamiento pero podíamos salir a la calle, se trabajó online desde casa y yo seguí yendo a la Universidad. En mayo pudimos salir todo el día ya por la calle y aquel verano no vine a Tafalla.

Noruega tuvo pocos casos de Covid. Quienes salieron del país tuvieron que guardar cuarentena, fueron muy severos con esto. Sobre las vacunas quizá allá estemos un poco más retrasados que en España.

Yo llevo dos, una me puse en Noruega y otra aquí.

¿Tuviste visitas de la familia?

Sí, de mi ama y mi hermano. Les encantó el país y van a volver, eso espero porque me viene fenomenal y disfruto mucho.

¿Cómo es Noruega?

Oslo es muy cosmopolita, en cuanto puedo me escapo por ahí. Hemos visitado ciudades como Bergen, capital de los fiordos con fotografías increíbles y de gran belleza natural. Las islas Lofoten y glaciares. Es costumbre ir de cabañas. Las familias o grupos de amigos alquilan una para pasar un fin de semana y vacaciones.

¿Te quedas para mucho tiempo?

Al menos estaré con este nuevo contrato de dos años y medio. Pensar en seguir allí más tiempo ahora mismo lo veo complicado.

A disfrutar de tu apetitosa experiencia. Eskerrik asko Ainara.