La nueva novela de Juan Carlos Berrio Zaratiegui, por Mari Jose Ruiz
El tafallés Juan Carlos Berrio Zaratiegui ha vuelto a enredarse, literariamente hablando, en la trama negra que envuelve su segunda novela tras la publicación hace seis años de El vuelo del cormorán (Txalaparta, 2015). En ambas encontramos elementos comunes y constantes referencias a la cultura, política y sociedad navarra.
A nuestro paisano no le ha sido fácil recorrer la última parte de este camino sin la ayuda inestimable de su hermana Agurtzane, colaboradora fiel de esta revista, quien fue haciendo anotaciones mientras repasaba el borrador del libro con la intención de hacerle una entrevista para el lanzamiento de la publicación.
¿Qué tiene esta que no tiene la anterior?
De entrada veremos a algunos personajes que aparecieron en el El Vuelo del cormorán: Susana, Abel, “La cejas”, “la Taula de Trepucó”, con ocho años más a sus espaldas. Algunas cosas han cambiado en ellos pero siguen siendo muy reconocibles.
En cuanto a aspectos literarios hay otras aspiraciones, puede que hasta irresponsabilidad. Bastan cinco minutos echó a andar en febrero del 2016 y la terminé en abril de 2020 con el visto bueno dos meses antes de mi particular profesora literaria -se refiere a su hermana Agurtzane- a quien no pude contar el final.
La estructura de la novela y sus intenciones, como digo, son más ambiciosas que la anterior. En esta, por ejemplo, hay nada menos que tres tramas: el círculo no cerrado ante la desaparición de un ser querido, el desierto del Sahara y el legado de Jorge Oteiza a Navarra.
Además de esos personajes reconocibles de la anterior, esta nueva novela la ubicas también en Navarra y reflejas su cotidianeidad…
Pues sí, el ambiente político navarro, los problemas sociales, incluso la rutina de nuestra sociedad van a seguir incordiando. La coyuntura social y política en la que se desarrolla la investigación es tan importante como la trama misma.
En este nuevo caso, la abogada que en su día puso en jaque jurídico el proyecto del pantano de Itoiz es la Consejera de Justicia e Interior del Gobierno de Navarra. Un dato real que llevado a la ficción da lugar a que María José Beaumont aparezca como la jefa de Susana y Abel.

Portada del nuevo libro del tafallés Juan Carlos Berrio
Una desaparición genera siempre un vacío, ¿eso tiene que ver con los “vacíos” del escultor Oteiza?
El legado de Jorge Oteiza aparece, entre otras cosas, para echarme una mano en el reto de tratar de representar el vacío en una narración novelística. Oteiza vacía la escultura al principio quitándole las entrañas y el rostro, luego abriendo huecos y vacíos y así hasta quedarse sin escultura entre las manos.
En la novela no cuento todo con pelos y señales, quiero decir que hay huecos, vacíos, que el lector o lectora tendrán que rellenar. Me he esforzado porque los estímulos narrativos sean sencillos de percibir sin obviar la magnitud y complejidad de alguno de los asuntos que se abordan.
Confío en haber logrado que su exposición resulte además ágil.
Tus personajes rompen los estereotipos habituales que aparecen en el género negro…
Sí, totalmente. Están ya muy vistos y, sobre todo, muy bien representados por los y las grandes de la novela negra. En esta, además, hago caso a la bibliotecaria de Garés y huyo de la “femme fatale”, otro personaje muy manido y muy bien representado.
La Música tiene un componente importante en las dos novelas, ¿tal vez porque forma parte fundamental en tu vida?
No me atrevería a emplear la palabra fundamental, pero sí es una parte muy importante, sobre todo en lo que a suscitar emociones se refiere. Me vas a permitir en esta alusión a la música recordar a Agur.
La novela se la dedico por entero a ella y lo hago precisamente con la letra de una canción en catalán de Miki Núñez, un tema que cantábamos durante su enfermedad y en cuya letra encuentro ahora el vacío de tantas canciones que quisiéramos seguir entonando juntos y la sonrisa de las que ya no pueden ser.
El año pasado participaste como invitado en la sexta edición de “Pamplona Negra” y en concreto en una mesa redonda sobre “Sangre Foral. La novela navarra a escena”. Contigo había muchos otros autores y autoras como Carlos Bassas, Miguel Izu, Jon Arretxe, Jon Alonso, la también paisana Maite Sota y otros.
¿Supuso cierto reconocimiento de tu trabajo?
Fue una sorpresa y todo un detalle de la actual directora de la semana, Susana Rodríguez Lezaun. Siempre ayuda que te tengan en cuenta y un poco, aunque sea muy poco, es bueno que de vez en cuando alimentar el ego.

Juan Carlos Berrio firma su primer libro
Ficha libro
- Bastan cinco minutos
- Juan Carlos Berrio Zaratiegi
- Editorial Txalaparta
- Pág.: 312 páginas
- PVP:18.50€
Sinopsis
Febrero de 2016. El agente de la policía foral Abel Marín se reincorpora al cuerpo tras ocho años de excedencia. En este tiempo, su compañera Susana Anaut ha promocionado hasta el puesto de subcomisaria y es uno de los mandos de confianza de la nueva consejera del Interior.
Cuando Susana tiene noticia de la reincorporación del ahora agente Marín, no dudará en librarlo de investigar las cuentas de Osasuna y de seguir el recorrido de las apuestas deportivas de sus directivos, para asignarle un caso que lleva 12 años sin resolver: la aparición de un esqueleto humano enterrado bajo una plancha metálica.
Una investigación que llevará a ambos por unos derroteros en los que el vacío trágico de un desaparecido sin identificar se mezclará con los pasos del Frente Polisario en las arenas del desierto del Sahara y con la provocación del legado artístico y político de Jorge Oteiza en Navarra.
Biografía
Juan Carlos Berrio Zaratiegi (1959, Tafalla), psicólogo de profesión, desde hace varias décadas trabaja en el Centro Terapéutico Ibarre dedicado al tratamiento de personas drogodependientes.
En colaboración con sus compañeros publicó el informe “Prensa navarra y drogas” (Altaffaylla, 1997). Integrante de Altaffaylla, formó parte del equipo coordinador de la obra Navarra 1936. De la esperanza al terror (1986).
Es autor de la Antología. Roque Dalton (Txalaparta,1995) y de los ensayos Bálsamos y venenos. Ladroga como engaño (Txalaparta, 2000) y Entre Alaitz y las Bardenas (Altaffaylla, 2004). El vuelo del cormorán (Txalaparta, 2015), con dos ediciones, fue su primera irrupción en la novela negra.