En el año 1959 nacía un proyecto educativo que cambiaría la vida de muchas personas y marcaría el rumbo de la formación profesional en Tafalla y la Zona Media. Con tan solo 11 estudiantes y una modesta bajera en la Avenida Sangüesa como sede, comenzaba la historia del Centro Integrado Politécnico.

Hoy en día, 64 años después, pueden decir con orgullo que son uno de los centros de referencia de Navarra en la formación de los nuevos perfiles que el mercado laboral demanda. Y es que la escuela profesional de Tafalla cuenta este curso con 550 alumnos, 78 profesores y profesoras y un total de 24 grupos divididos en grados básicos, medios y superiores.

“Los tres pilares fundamentales que han convivido mano a mano durante prácticamente 50 años, hasta que en 2010 llegó la nueva formación profesional, han sido las ramas de mecánica, electricidad y administración, puesto que las necesidades que nuestras empresas han tenido -y siguen teniendo- están más centradas en temas industriales”, explica Gotzon Aznar, vicedirector del centro.

“En 2010 ampliamos la oferta educativa con las rama de servicios y la rama socio-comunitaria: entraron los ciclos formativos de Peluquería y Cosmética Capilar, Atención a Personas en Situación de Dependencia y Educación Infantil. Sin embargo, la evolución de las nuevas tecnologías ha hecho que las empresas necesiten nuevos perfiles, por lo que hace dos cursos introdujimos una sexta rama educativa: la informática. A través de los ciclos formativos de Sistemas Informáticos en Redes y Automatización y Robótica Industrial, hoy en día estamos formando chicos y chicas capaces de manejar las últimas máquinas tecnológicas que están saliendo al mercado, y que serán el futuro de la industria”, detalla.

Escuela laboral 64 de innovación

Las demandas del mercado laboral han sido un factor determinante en la evolución del Centro Politécnico de Tafalla, especialmente aquellas necesidades en el sector industrial, más si cabe teniendo en cuenta que una de las líneas estratégicas fundamentales en el desarrollo empresarial de Navarra es la alimenticia.

“Las empresas nos pidieron nuevos perfiles en el alumnado, ya que las necesidades de la industria están en constante evolución, especialmente tras la irrupción de las nuevas tecnologías cada vez más avanzadas. La digitalización de la industria es un hecho y el perfecto ejemplo: hoy en día rara es la empresa que continúa embotando espárragos manualmente. Ahora mismo está todo automatizado, por lo que se nos planteó el objetivo de formar personas que sepan programar máquinas y mantenerlas. El resultado de esta petición es el grado superior de Automatización y Robótica Industrial”, expone el docente.

Nuevos métodos educativos

Para poder abarcar las nuevas formaciones, el centro realizó una importante obra en sus instalaciones. “La reforma fue necesaria para adaptarnos a las nuevas exigencias curriculares, por ello tuvimos que crear nuevos espacios en las aulas. Es la apuesta que hicimos y nos mantenemos firmes, ya que ahora mismo el mercado laboral absorbe todo lo que sale; hay más trabajo que gente cualificada. Los chicos que terminan el grado formativo de robótica salen encantados”, comenta Gotzon Aznar.

La competencia general de este novedoso título consiste en desarrollar y gestionar proyectos de montaje y mantenimiento de instalaciones automáticas de medida, regulación y control de procesos en sistemas industriales, así como supervisar o ejecutar el montaje, mantenimiento y la puesta en marcha de dichos sistemas. “Estamos hablando de aprender conceptos de la industria 4.0. Este sector va a 2000 por hora y no podemos quedarnos pelando espárragos a mano y metiéndolos en una lata manualmente”, narra el docente.

Otro punto importante a tener en cuenta, explica Silvia Jimeno Iriarte, profesora del departamento de electricidad y actualmente secretaria del centro, es la oferta de formación dual que ofrece el centro: “La nueva ley de educación que el Gobierno estatal aprobó hace un año nos va a obligar a que el 100% de los grados de formación profesional sean en modalidad dual a partir del siguiente curso, es decir, que un tercio aproximadamente de los conocimientos curriculares los tendrán que impartir -y evaluar- las propias empresas. Actualmente son dos los ciclos que ya están inmersos en esta modalidad: Educación Infantil y Atención a Personas en Situación de Dependencia. ¿Qué mejor forma de aprender a asear a una persona mayor tienen los estudiantes que haciéndolo en la propia residencia?”

Escuela laboral 64 de innovación

“Tenemos convenios con alrededor de 450 empresas de la Zona Media, incluso con alguna de otras partes de Navarra, ya que estamos absorbiendo alumnado hasta del Baztán”, suma Gotzon Aznar.

Industria 4.0, la fábrica inteligente

La mejor manera de aprender es haciendo. Pero sin las herramientas de aprendizaje adecuadas, la formación es muy complicada”. Con esa idea en la cabeza, y con la esperanza de conseguir nuevos materiales que permitieran al CIP Tafalla seguir creciendo, los responsables del centro no dudaron en presentarse a las convocatorias de proyectos de innovación que el Ministerio de Educación ofrece. Y sonó la flauta.

Hace dos años fueron seleccionados, junto a otros tres centros del Estado, el IES Sáenz de Buruaga de Mérida (Extremadura), IES Cavanilles de Alicante y la escuela de Armería de Eibar (Gipuzkoa), para ser parte del proyecto Industria 4.0, la fábrica inteligente.

Festo, una empresa de automatización alemana con sede en Barcelona, ha suministrado a cada uno de los cuatro centros material por valor de 45.000 euros para investigar sobre nuevas tecnologías que todavía no han salido al mercado y realizar con ellas material didáctico que más adelante intercambiarán entre los centros, todo esto con el objetivo de poder estudiar este mundillo futurista.

“Hay tecnologías muy novedosas, que nosotros todavía desconocemos, que van a estar en el mercado en breve. Por ese motivo, gracias a este proyecto estamos teniendo la oportunidad de conocer de antemano su funcionamiento para saber utilizar en el momento que salga al mercado. Está siendo un reto para los alumnos, pero también para los profesores, ya que estamos en constante formación para poder trasladar posteriormente este nuevo conocimiento de la mejor forma posible a los estudiantes”, aclara Silvia.

Escuela laboral 64 de innovación

“El 30 de noviembre finaliza el plazo de este proyecto, y será entonces cuando los otros tres centros compartan sus investigaciones, así como nosotros compartiremos nuestra parte”, matiza Gotzon.

Más innovación con Berogorri

Si el proyecto de las fábricas 4.0 no fuera suficiente, el departamento de electricidad del CIP Tafalla está inmerso en otro proyecto de innovación. En este caso, es el Gobierno de Navarra quien lo ha otorgado. “Les expusimos la idea y nos concedieron la ayuda. El proyecto de innovación que estamos desarrollando lo hemos denominado Berogorri, y se trata de producir energía eléctrica a través de fotovoltaica con el fin de evitar la combustión”, explican los docentes.

Para llevar a cabo sus investigaciones, el centro ha colocado 24 paneles solares los cuales pueden producir hasta 10 kilovatios al día. “En el aula de robótica hemos colocado unos calefactores de infrarrojos de alcance lejano (los cuales únicamente calientan cuando te acercas a la fuente de energía, no emiten rayos ultravioleta ni son nocivos para la salud) que no calientan el aire, solamente afectan a las personas, mientras aprovechamos la energía que nos llega a través de las placas solares. Nuestro trabajo consistirá en recabar datos y estudiar su viabilidad; estudiar si realmente la producción de energía eléctrica es capaz de absorber la potencia que están consumiendo los paneles de luz infrarroja lejana. Si obtenemos resultados positivos, significará que nuestro proyecto funciona, y que podremos evitar la combustión del gas que ahora mismo estamos utilizando para calentar los radiadores”, explican esperanzados Silvia y Gotzon.

Mientras que continúan detallando que “esto puede tener interesantes aplicaciones en la industria alimenticia, en criaderos de pollos o cerdos por ejemplo. En vez de calentar a los animales con focos, podríamos utilizar este sistema que es mucho más barato y limpio con el medio ambiente”.

Mirando al futuro, tanto Silvia como Gotzon quieren más, y ya están involucrados para conseguir nuevos proyectos de innovación que permita al centro adquirir paulatinamente mejores maquinarias.

“Gracias a que nos conceden los proyectos de innovación, podemos colocar la más moderna del mercado, y que de otra forma nunca podríamos conseguir. De hecho, para los próximos cursos vamos a solicitar la continuidad del proyecto estatal de automatización; mientras que desde el departamento de mecánica se va a trabajar por conseguir un proyecto de hidráulica digitalizada. Esperamos poder conseguirlos”, finalizan.