Esta tarde se celebrará en Tafalla una concentración en apoyo al periodista Pablo Gonzalez y en contra de la guerra y la manipulación mediática.

Bajo el lema Tafalla “herrien eta bakearen alde” la plataforma local Hipokrisiari Stop ha convocado una concentración para hoy a las 19:30 en la Plaza con la que se pretende denunciar la guerra de Ucrania igual que otros conflictos mundiales. A su vez, se pretende condenar la manipulación mediática que se ejerce alrededor la guerra y los intereses económicos que esta persigue.

GUERRA E INTERESES

Tal y como se explicó en la mesa de debate realizada el pasado jueves 27 en la sociedad el Aguazón, el punto de vista que se nos ofrece en los medios convencionales es el que interesa a la OTAN y los EEUU. “En poco tiempo, hemos olvidado la solidaridad y las iniciativas colaborativas de la pandemia para vernos envueltos en una escalada bélica sin precedentes”, explicaban los ponentes.

En dicha situación, se echan de menos voces que aporten soluciones y diálogo al conflicto que asola Ucrania desde 2014. “En lugar de buscar acuerdos de paz y trabajar la diplomacia, solo se habla de envíos de armamento sin control y aumento en gastos de Defensa”, explican desde la plataforma local Hipokrisiari Stop. “Hablar de fondos de recuperación, escudos sociales o fortalecimiento de la sanidad pública parece lenguaje del pasado. Tenemos poca memoria o no hemos aprendido nada”, indican.

Entrevista realizada en 2015 a Pablo González

LIBERTAD PARA PABLO GONZÁLEZ

La concentración también pretende denunciar la detención del periodista colaborador de Naiz y el periódico Gara Pablo González. El periodista vasco fue detenido el Polonia el pasado 28 de febrero acusado de espionaje para Rusia. Tener dos nacionalidades, una tarjeta de crédito de la Caja Laboral Popular y escribir para Gara son suficientes para sostener una acusación de espionaje, dado que, según los polacos, la Kutxa y Gara están pagados por Moscú.

Una mala fe radical que no parece haber llamado mucho la atención ni de los periodistas españoles, que nada o poco dicen, ni de los servicios diplomáticos que actúan de manera rutinaria, que se sepa. No se ven esfuerzos corporativos, diplomáticos o políticos de la necesaria entidad, porque esto no es un asunto judicial, sino político: se ha detenido de manera arbitraria a un periodista y se le ha encarcelado bajo acusaciones delirantes que no se sostendrían en un tribunal con garantías suficientes, como no parece que sea el caso. Que Pablo González no haya podido comunicarse con su abogado en casi un mes de detención y encarcelamiento arbitrarios es un asunto gravísimo, se mire como se mire.

En este tiempo, «ni su familia ni su abogado han podido ponerse en contacto con él». Las autoridades polacas han vulnerado todos sus derechos fundamentales y pretenden tenerlo encarcelado durante tres meses en prisión preventiva.