Es febrero de 1949, “el año de la seca”. Se saca la imagen de San Sebastián en procesión rogativa. Es la penúltima vez que el pesado busto es paseado por las calles.
El 16 de mayo de 1955, con motivo de otra seca, fue la última vez que los tafalleses salieron cargando las cuarenta arrobas o seiscientos kilos del santo, lo que decían “el Ruejo”.
En el desván de Santa María aún se guardan dos largos maderos de pino con armazón de hierro, que los fornidos labradores usaban para transportarlo.
administrator2021-08-26T12:38:54+00:00
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