Tafalla vivió el pasado 23 y 24 de octubre unas ferias históricas

La cantidad de eventos y la asistencia masiva de gente crearon un ambiente espectacular durante todo el fin de semana.

Sábado 23 de octubre

El cohete anunciador del encierrillo del sábado fue el pistoletazo de salida de un fin de semana de frenesí y alegría en la ciudad del Zidacos. Unas Ferias que celebraban de alguna forma el final de la crisis sanitaria y sus respectivas medidas.

Para las 8:00 de la mañana del sábado no quedaba apenas hueco en los vallados del encierro, ya que la expectación levantada por la primera carrera de toros desde hace más de dos años superó todas las expectativas. La afición de los espectáculos taurinos se vió las caras tras una larga espera.

Se dejaron ver en Tafalla los típicos corredores de Iruña, gentes provenientes de todo Navarra e incluso visitantes valencianos o madrileños. La carrera de los Prieto de la Cal fue limpia, rápida, con algún que otro susto al volverse un astado en la puerta de la plaza de toros, pero sin más percance que alguna que otra contusión.

Kiliki Ferias Tafalla

Los más txikis pudieron conocer al fin a los Gigantes y Cabezudos

El ambiente matutino fue de 10. Tras los almuerzos, la Feria de alimentación y artesanía abrió sus puertas en la plaza con una treintena de puestos. En general, la valoración del sector ha sido muy positiva, ya que la afluencia de público no cesó en ningún momento, llegando a rebosar en ocasiones la plaza entera.

Txistus y gaitas volvieron a alegrar las calles de la ciudad y gigantes y cabezudos despertaron de su letargo para llenar de alegría y gozo los corazones de txikis y “no tan txikis”. La cara de ilusión de ciertos aitatxos y amatxos al enseñar por primera vez los gigantes a sus hijos e hijas, contrastaba la cara de susto de estos últimos.

El tiempo acompañó y el llenazo de bares y establecimientos hosteleros dio buena cuenta de ello. Se volvieron a escuchar los clásicos del Tafalla Kantuz que abarrotó las cuatro esquinas durante el “ratico del vermú.”

La corrida de toros de la tarde atrajo a más de un millar de aficionados y aficionadas. También a una veintena de manifestantes que participaron en una concentración contra el maltrato animal celebrada a las puertas de la plaza.

Javier Orozco, joven malagueño y debutante en navarra, cortó la única oreja de la función, donde los toros mostraron más bravura que sus matadores y la ausencia de la Banda de Música municipal fue remplazada por la megafonía.

La tarde continuó con la ronda de la Txaranga Malatxo, con pancarta de “El Aguazón” incluida. No faltó “la Salve” en las cuatro esquinas, que mostraba el aspecto típico de las fiestas de agosto “pero con abrigo”.

La Orquesta Nueva Etapa fue la encargada de amenizar la noche con un espectáculo que tuvo muy buena acogida, destacando la gran presencia de gente joven.

Encierro Ferias Tafalla

Los encierros fueron los actos más esperados de las Ferias

Domingo 24 de octubre

El domingo amaneció frío, pero el recorrido del encierro volvió a llenarse para la carrera de la ganadería de las Hermanas Azcona. Este segundo encierro se saldó con un herido ragués por asta en el tercio medio del muslo izquierdo, aunque afortunadamente el estado del corredor no revistó gravedad.

Quizás el acto menos lucido del fin de semana fuera la feria caballar, que congregó a poco más de treinta animales, en su mayoría potros y burros. No obstante, atrajo a bastante público durante toda la mañana.

El novillero Diego García salió a hombros en la novillada matinal celebrada al mediodía, que tuvo muy buena entrada, mientras que Clemente Jaume y ‘El Moro’ fueron ovacionados.

La buena temperatura y el sol radiante hicieron que la plaza volviese a llenarse de buen ambiente, feria y música de la mano de Gaitamara Brass. Tampoco decepcionó la feria de antigüedades ubicada en el frontón de Escolapios, que atrajo a cantidad de curiosos y curiosas.

Mientras tanto, en el patio, los más txikis pudieron disfrutar de talleres de globoflexia y txalaparta. Por la tarde la chiquillada pudo pasear a lomos de los burros por los alrededores de la Plaza del Mercado y correr el torico de fuego por el recorrido habitual.

Para finalizar la jornada el Grupo Azabache alegró el Centro Cívico mientras que el Kulturgune acogió el recital de jotas de las Hermanas Flamarique.

*Puedes ver el reportaje fotográfico completo en la revista del 1 de noviembre.

Orquesta Nueva Etapa en la Plaza

La verbena del sábado amenizó la noche a una multitud de gente