Nadie espera comprar un brócoli en una zapatería, pero parece que sí se aspira a que Eurovisión sea el Santo Grial de la música y la justicia. El concurso televisivo es un negocio, un escaparate y, por qué no, un espacio para debatir, porque es inusual que la actualidad la acapare una canción.
Un resumen rápido para despistadas: la gente estaba loca con Terra de las galegas Tanxungeiras, que incluye una frase en cada lengua cooficial, y con el himno Ay mamá de la catalana Rigoberta Bandini y su equipo, pero…
El sistema de puntuaciones mezcla el televoto con las impresiones de jurado y público demoscópico en un sistema tan cuestionado como el de la Ley D’Hondt, así que el oro se lo llevó SloMo, un tema bailongo interpretado por la catalano-cubana Chanel Terrero y compuesto por varios artistas internacionales.
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