Todos los desastres nacionales son desastres puramente agrarios. El saqueo humano de la fertilidad del suelo es el principal responsable de la decadencia de los grandes imperios. El voraz cultivo del suelo sigue siempre el mismo curso, que es gobernado por la ley histórica.
En el primer período el agricultor siembra el cereal año tras año en suelo virgen. Segundo, la cosecha decae. El agricultor se traslada a otro campo. Tercero: no puede encontrar más tierra nueva y cultiva la vieja dejándola en barbecho…
Los que ya no pueden encontrar sitio en la mesa de la sociedad se convierten en ladrones o asesinos o bien emigran en masa y se convierten en conquistadores.
No hay más posibilidades, si los hombres son incapaces de conservar el suelo en permanente fertilidad, deben ahogarlo en sangre…
Cartas sobre la química. Justus Von Liebing, 1803 – 1873
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