Celebrarán el aniversario el próximo sábado 6 de mayo, con un festival especial que será grabado por ETB
Han pasado 50 años desde que Encarni y Vitori, las Hermanas Flamarique, crearon la primera Escuela de Jotas en Navarra. Fue la Diputación quien se puso en contacto con ellas para potenciar este canto regional a través de una escuela en Tafalla.
Las “Flamas” ya lo tenían en mente, pero como no había ninguna de la cual coger referencias, ni siquiera sabían por donde empezar. Obtuvieron una subvención con la que compraron sillas, un radiocasete y un diapasón. Así fue como comenzaron a dar clases, y lo hicieron durante casi dos décadas, hasta que un grupo de joteras veteranas cogió su testigo.
Sus nombres eran: Silvia Zabalegui (hija de Juan Navarro), Marisa Mena, María Pilar Zabalza, Cristina Izcue, Celia Pernaut y Carolina González.
En la actualidad, Carolina continúa con la labor docente de la escuela. Una escuela en la que la formación intergeneracional es clave, y en la que según un pequeño registro hecho a mano, han pasado por ella alrededor de 500 personas.
Para celebrar el medio siglo de vida, el próximo sábado 6 de mayo, a las 19 horas, tendrá lugar en el Centro Cultural Tafalla Kulturgunea un festival jotero muy especial, ya que en él participarán alrededor de 80 joteros y joteras que han pasado por la escuela a lo largo de estos 50 años. La propia Carolina nos cuenta de primera mano los detalles de la fiesta.

Escuela de Jotas Hermanas Flamarique en su 25 aniversario
“Llevamos dos intensos meses calentando las voces para que el próximo sábado 6 de mayo salga todo redondo. Estaremos aproximadamente unos 80 joteros y joteras cantando todo tipo de jotas; el repertorio será variado para que todos y todas nos sintamos a gusto y disfrutemos del día. Nos acompañarán, además de la habitual Rondalla Tafallesa, la Txaranga Malatxo y el grupo Gaitamara Brass. Invitamos a todas las personas a que acudan a la celebración, puesto que será un día muy especial”, asegura la actual directora, mientras puntualiza que “por otro lado, la ETB grabará el festival y lo emitirá posteriormente en sus canales”.
El del día 6 no es la única actividad que tienen prevista para este año, aunque todavía tienen que darle forma a lo que se viene. “Intención sí que tenemos de hacer alguna actividad más para celebrar este aniversario tan bonito, lo que no tenemos son fechas concretadas. Seguramente haremos alguna ronda, y, si podemos, una exposición con fotografías de nuestra historia. Puede que surja alguna que otra cosa más, ya informaremos en su momento. Eso sí, finalizaremos el año en diciembre con un festival de jota-villancico”, explica Carolina.
La escuela hoy en día
En la actualidad, son unas 25 personas las que componen la escuela, un número que se ha visto mermado por las consecuencias de la pandemia. “Como en casi todos los aspectos, la pandemia ha hecho mella y ha bajado la participación. Esta es una actividad más de las muchas a las que se pueden apuntar los chicos y chicas, pero está un poco como, no arrinconada, pero tal vez en un segundo plano”, se lamenta Carolina.
Mientras añade que “si no tienes un pariente o un vecino que haya pasado por la escuela, quizás es más complicado que alguien se anime a venir. La jota como es algo puntual, no se puede vivir de ella, pues si alguien acude, es porque tiene alrededor alguien que en algún momento ha pasado por aquí”.

Escuela de jotas Hermanas Flamarique en sus inicios
Y, al contrario de lo que muchas personas puedan pensar, no es necesaria una voz muy potente para ser jotero o jotera; lo único necesario, es tener ganas de aprender y estar dispuesto. “Cualquiera puede hacerlo. Hay gente que tiene muy poca voz pero tiene mucho estilo, no hace falta una gran voz. Oído sí, por supuesto”.
Por otro lado, una de las cosas más importantes que Carolina inculca a los alumnos y alumnas de la escuela es el trabajo en equipo. Así nos lo cuenta ella: “En lo que hago más hincapié son los temas de grupo. Al final una escuela se compone de eso, de que el grupo vaya para adelante. Que luego salen joteros o joteras que pueden acudir a los concursos y que puedan ser campeones, pues genial. Al final eso va sumando, pero lo que a mi me importa es el grupo”.
En cuanto a las actuaciones que realiza la escuela a lo largo del año, hay una fecha que es inamovible en el calendario: el 14 de agosto. “La actuación más importante que hacemos desde que empezó la escuela en 1973, es el festival de jotas que ofrecemos en el Centro Cívico junto a la Rondalla Tafallesa el 14 de agosto. Es a la que tenemos más cariño, primero por ser en fiestas y, segundo, por ser la que más tiempo llevamos haciendo”. “También hacemos salidas ahí donde nos llamen. Una de las más especiales fue cuando nos llamaron para actuar en la Expo de Zaragoza, en el año 2008. Fue una experiencia increíble. También cantamos en Baigorri hace un par de años, en los actos de hermanamiento con la localidad”, recuerda.
Reconocimiento institucional
El pasado 8 de marzo, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Ayuntamiento de Tafalla reconoció a Carolina González “por su labor altruista y comprometida al frente de la Escuela de Jotas «Hermanas Flamarique» de Tafalla logrando que se convierta en un prestigioso referente. Gracias su afición y al amor que siente por la jota, cientos de niños y niñas, jóvenes y adultos de Tafalla y su comarca han aprendido a cantar la jota navarra”.
La noticia, aunque sorprendida, Carolina la recibió con gran ilusión. “Agradezco muchísimo este reconocimiento, ya que siempre es bonito que tengan en cuenta tu trabajo, y más si cabe, cuando lo llevo haciendo desde hace tantos años. Para mi, la jota forma parte de mi vida”, expresa agradecida.
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