Nuestro medio ha publicado su edición 500 desde que se retomó por última vez, allá por el año 1999. Tal vez haya quien todavía no conozca nuestra historia, por ello, hemos recopilado los hitos más importantes de estos casi 100 años de existencia.

Por: Endika Iriso eta Saioa Martínez.

Echando la vista atrás, no podemos más que sentirnos como una pequeña piedra que forma parte de una gran torre, una atalaya que atisba orgullosa el esfuerzo, la ilusión y el trabajo invertidos en relatar los acontecimientos de nuestra comarca de primera mano.

Somos conscientes que nadamos a contracorriente en un mar lleno de tiburones con hambre insaciable, y es que no es común que un medio de prensa local independiente, en soporte de papel, con el trabajo comunal como eje principal y sin pelos en la lengua, aguante tantos años como es nuestro caso.

Han cambiado muchas cosas desde las máquinas manuales y las imprentas con linotipia al ordenador y la era digital. Según parece, la inteligencia artificial ya ni siquiera necesita ayuda humana para escribir artículos periodísticos, se vale por sí misma. No obstante, pocos medios podrán reflejar la historia de nuestra comarca con nuestro prisma, que nace del pueblo y bebe de su fuente cultural y social sin aditivos ni filtraciones.

Gracias a quien nos ha apoyado durante todos estos años. A los suscriptores, suscriptoras y lectorado, que dais razón de ser a la revista. Gracias a los anunciantes, sustento indispensable para que todo esto salga adelante. Gracias a nuestros colaboradores, sin cuya ayuda todo esto sería imposible.

Queremos hacer especial mención a Mari Jose Ruiz «Koté», que siempre se muestra dispuesta a ayudar y corregir cada quincena los posibles fallos que podamos cometer. Y como no, un gran abrazo a nuestro querido Pedro Ruiz «Regalo», que nos alegra las mañanas con sus canturreos e historietas.

Somos una pequeña huella de un largo camino. Seguiremos recorriéndolo con orgullo. Aurrera!

Los antecedentes

1885: aparece el Eco de Tafalla, subtitulado “Periódico semanal de intereses generales”. Salió a la calle al menos quince semanas. Es el primer periódico local que se conoce.
1897: nace El Tafallés, quincenal e ilustrado; dirigido por Jorge Mateo. La suscripción costaba media peseta al mes.

Los hermanos Lecea, NIcolás Giral y dos más leen el Tafallesico.

Los hermanos Lecea, NIcolás Giral y dos más leen el Tafallesico.

1904: salió el semanario El Labrador, impulsado por Atanasio Mutuberría para ilustrar al labrador y difundir el asociacionismo agrícola desde las orientaciones de la Iglesia. Editó 47 números.
1906: Nicolás Giral publicó El Tafallesico, del que se editaron 16 números. Es la publicación tafallesa más amena y desenfadada del siglo.

Nace un gran semanario

1929: El 9 de septiembre aparece La Voz de la Merindad dirigido por José María Valencia, José Colio, José Berruezo, Ignacio Dendariena y Miguel Guirguet. También lo apoya José María Azcona.

El mérito de editar semanalmente un periódico local es enorme: los periodistas con sus máquinas manuales; las imprentas con linotipia; la distribución a los pueblos… Leer sus páginas, sus anuncios, sus crónicas, es imprescindible para conocer nuestra Historia. El franquismo no le perdonó sus originales tendencias, y en 1937 tuvo que cerrar tras ocho años y 416 números editados.

Un silencio de 35 años

1973: Como tantos otros periódicos, “la Merindad” tuvo que esperar los 35 primeros años de franquismo para volver a salir a la luz. Y lo hizo con fuerza: en 1973 nació el semanario Merindad con Javier Martínez Zúñiga como director y José Javier Baztán como su gran impulsor.

Semanario otra vez, durante 14 años, con maquetación manual e imprenta a linotipia… Faltaba poco para los ordenadores y el offset, pero esta Merindad casi no llegó a conocerlos. Como había ocurrido con La Voz de la Merindad del año 29, este semanario nacía al final de una Dictadura, con una voluntad de cambio democrático y con apoyo a la unidad y a la cultura de la antigua Vasconia.

Merindad-recibe-un-galardon-en-el-2009-por-su-80-aniversario

Merindad recibe un galardon en el 2009 por su 80 aniversario

Nuevos valores

1987: En octubre de este año es la última aparición del semanario Merindad, después de 724 números y catorce años de existencia. Ninguna publicación había llegado tan lejos. El Ayuntamiento le retiró el apoyo, argumentando que iba a editar un boletín municipal, que nunca apareció.

Diez años a paso lento

Tras el cierre de 1987, unos colaboradores habituales del semanario constituyeron la “Asociación Merindad”, con intención de relanzar la revista, en principio, como anuario. De esta forma, durante 10 años, el extra de Fiestas fue editado gracias al coraje juvenil de Arantxa Martinena, Paski Pascual, Maite Berruezo, Txus Iribarren, etc., que mantuvieron viva la antorcha

La Voz de la Merindad

1999: Por fin, la sociedad Altaffaylla presta sus locales y su apoyo a un nuevo proyecto, que en principio convierte la revista anual en mensual. La Voz de la Merindad llega otra vez a los kioskos y a las casas, y una nueva serie de periodistas, escritores, fotógrafos y dibujantes de la comarca vuelven a encontrarse en sus páginas.

Maite López Flamarique fue su primera directora y Pedro Ruiz Ibarrola su primer director comercial. Por último, en el año 2006 la revista se hizo quincenal, después pasó a todo color y finalmente cambió de oficinas, instalándose en la calle Escuela María.

El resto, es historia…