En la Edad Media, las clases sociales, con sus matices, son tres: los grandes señores y guerreros, los que rezan, y la gran mayoría, los que trabajan, fundamentalmente en la ganadería y la agricultura
En su origen, la vida monacal era muy austera: rezar, trabajar manualmente, cantar y compartir, incluso vivían con sus familias. El voto de castidad vino más tarde. Una saludable y feliz vida autosuficiente en una comuna, renunciando a las riquezas y tentaciones del mundo.
Pero, en una sociedad cada vez más cristianizada, el temor de Dios y del infierno aterrorizaban a las gentes, nobles y reyes incluídos. Esto hizo que los poderosos, criminales en su mayor parte, al final de sus vidas pretendieran salvar su alma con grandes donaciones, misas y entierros.
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