“De cólico de espinacas no se murió ningún papa”. Refrán popular.
Es una verdura que no conocieron ni griegos ni romanos. Los antiguos persas la cultivaron y llegó a nuestra mesa gracias a los árabes, que la introdujeron en el siglo X, aunque tras la conquista costó extenderse por el norte y por Europa.
La palabra proviene del persa y en árabe es “Isfinag”. Aparece silvestre desde el Cáucaso hasta Afganistán Turquía e Irán.
Es sabido la buena relación que hubo en ciertas épocas entre navarros y árabes. Por Idoate sabemos de su presencia en 1355 en la mesa real Navarra, sobre todo los viernes de vigilia. La llamaban “Espinagas”, vamos, parecido a la “borraga” que dicen los de Larraga.
administrator2021-08-26T12:38:54+00:00
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