Endika Iriso

Promoviendo una jubilación activa, tienen como objetivo crear un entorno más agradable donde vivir, mejorando mediante el auzolan y el trabajo desinteresado los lugares de la localidad y su entorno que se encuentran en estado de abandono. Su trabajo es para quitarse la txapela y yo, desde luego, de mayor quiero ser como ellos.

El pasado 17 de octubre la Casa de Cultura de Tafalla acogió la presentación del proyecto “Paseos entre refugios, corrales, fuentes y manantiales” donde se muestran los últimos trabajos realizados por el grupo de Voluntariado urbano tafallés en el entorno rural de la localidad.

Nació del germen del “Comando Borraja” en 2019 con la intención de ofrecer un apoyo altruista a las labores que realizaba la brigada municipal, pero durante estos 4 años se ha consolidado con una actividad febril. Actualmente suma 22 miembros regulares y lleva realizados infinidad de trabajos de distinta índole. Desde desbrozar o embellecer entornos municipales como los aledaños del puente de la Panueva, el barrio de la Peña, las Comarcales o el Pasadizo del Txistulari, hasta, por ejemplo, crear un huerto para los usuarios del Santo Hospital.

De la ciudad al campo

Sin embargo, su actividad más reciente ha estado ligada al entorno rural, donde han realizado una labor encomiable arreglando abejeras, adecuando fuentes abandonadas o reconstruyendo casetas en ruinas. Lo que comenzó con la recuperación de la fuente de Valditrés que se inauguró en junio del pasado año, ha sido un no parar. “Ahora se está adecuando también la fuente de Valditrés 2, donde hemos recuperado un abrevadero y hemos facilitado el acceso con un puente”, explica Miguel Valencia, presidente de la Asociación de Jubilados.

Desde el grupo nos explican que no se trata simplemente de reconstruir una fuente o una caseta: “También adecuamos el entorno para que sea un lugar agradable donde llegar de paseo”. Para ello colocan bancos de piedra, mesas o realizan plantaciones trabajando paralelamente con Berdesia, que les asesora a la hora de escoger la vegetación. Destacar también que, al igual que en el entorno urbano, ellos mismos se encargan del mantenimiento de cada lugar que adecúan.

Respecto a las herramientas y materiales, por ahora la Asociación de Jubilados es la que carga con los gastos, pero están a la espera de recibir subvenciones por parte del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento, que se concederán al presentar las debidas memorias que están redactando.

Alzando casetas sobre las ruinas

El entorno tafallés está lleno de vestigios que rememoran la vital actividad que se desarrollaba en torno a la agricultura y la ganadería. Muestra de ello son algunas casetas que se empleaban para hacer más amenas las jornadas de sol a sol que exigía el cuidado de las viñas, hoy en día remplazadas por amplios campos de cultivo.

A pesar de que tenían un uso principalmente particular, se construían sobre terreno comunal, evitando así pagar impuestos de construcción en terrenos privados.

Ejemplo de ello son las casetas de la Sarda o la de la Aquitana y la del Chispas, que han sido reformadas recientemente por el grupo de Voluntariado.

Para adecuarlas se valen de las piedras encontradas en canteras cercanas, al igual que se hizo para su construcción. Además, dejan clara la diferencia entre lo reconstruido y lo mantenido, para observar la albañilería de la época, basada en la piedra y el barro. En ocasiones, como en la caseta de Chispas, cuenta con majestuosas vigas de piedra cuya colocación “debió de ser toda una hazaña”, explican asombrados los voluntarios.

Cara al futuro

El Voluntariado seguirá reconstruyendo lugares del entorno rural tafallés con el objetivo de crear una red de lugares de interés, revitalizando así el campo y evitando que las construcciones de nuestros ancestros se echen a perder. Entre los futuros proyectos del Voluntariado está meter mano al Gurrutxo de la Aquitana, el cual demanda un arreglo urgente.

Por otra parte, durante los próximos días se presentará el proyecto de la piedra de los términos de Tafalla. Una gran piedra de 4×3 metros que se situará en el parque del Conde y donde se mostrará un plano de la localidad y sus diferentes atractivos rurales.