La primera parada de mis vacaciones fue un taller en El Bierzo. Se supone que una sale del pueblo para vivir algo nuevo y lo conseguí sin alejarme mucho, porque el ruido que hacía una de las ruedas traseras no lo había oído jamás.
Y así, camino de las Rías Baixas, es como llegué a otro microclima: el mundo de la mecánica, un universo bien engrasado. Soy extranjera en ese ámbito, así que explico la avería a base de onomatopeyas, como el estribillo de cualquier éxito pop veraniego de los noventa.
administrator2021-08-26T12:38:54+00:00
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Debes acceder para ver este contenido, por favor, accede o suscribete.
¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros
Deja tu comentario