Esta ciudad se ha vestido entera de domingo: cielo despejado, turistas, zapatos brillantes, música en la calle y terrazas abarrotadas. A algunos bares les ha costado madrugar, tienen todavía la persiana a media asta.
Hay cola en las pastelerías y los maniquíes vestidos con sus mejores galas parece que tengan envidia de no poder salir hoy a ser partícipes de esta banda sonora de brindis con vasos de vermú y risas.
administrator2021-08-26T12:38:54+00:00
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Debes acceder para ver este contenido, por favor, accede o suscribete.
¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros
Deja tu comentario