Por: Jesús, el dueño.
En esta sociedad, donde el trabajo y el esfuerzo ya no dignifican a las personas y la gente quiere fama aunque sea hablando mentiras, alguno que pasó hace días por la Pedrera, donde tengo dos perritas, se atrevió decir que las tengo encarceladas, sin comer y que de vez en cuando paso a verlas.
Alguien que no tiene ni idea, ni sabe lo que habla y que busca un momento de gloria, publicando en La Merindad, medio que creí serio, viendo que cualquiera puede escribir aquí difamaciones que nada tienen de cierto, sin medir el mal que harán.
Mis dos perritas viven en la Pedrera, es cierto, están encerradas, como es mi obligación tenerlas; no pueden estar sueltas a su suerte, no conozco a nadie que tenga la puerta de su piso abierta. Mis perras tampoco tienen la de su casa abierta. Mis perritas son fornidas, gorditas, atléticas de muy buen ver, son cazadoras y se mantienen muy ejercitadas.
Voy a verlas todos los días y hago largos paseos con ellas para mantenerlas en forma, como son testigos todos aquellos que día a día me encuentran por el canal con ellas.
Comen de la carnicería de Vicente y Marimar, abundante, diario y en condición.

Por demás está decir que tienen su cartilla, vacunas, visita veterinaria y seguro al día.
Seamos un poco más racionales y dejemos de hablar lo que no sabemos, los perros de caza están exentos de la ley de bienestar animal, no porque no sean importantes, es porque sus necesidades son distintas a las de un perro doméstico.
Un perro de caza es un guerrero como el lobo, ¿acaso el lobo necesita una calefacción para vivir? Así que hablar de inclemencias del invierno creo que este señor está delirando, carece de conocimiento.
Yo voy al monte con mis perras y se mojan en el río con hielos, eso supongo que será una barbaridad, aunque a mis perras les encanta, enloquecen en la nieve.
Pero para saberlo hace falta pasar horas como paso yo con mis cachorras, que son parte de mi vida. Estoy criado en el campo con animales, amo el campo y lo respeto completamente.
Mirad las perras y sacar vuestras conclusiones.
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