Las nuevas necesidades, la imperante tecnología y la falta de recursos han hecho que la agricultura pasara de sustentar a la mayoría de habitantes de nuestros pueblos a ser el trabajo de unos pocos.

Y pocas, porque, aunque no sea lo más común, hay mujeres que calzan botas y guantes para echarse al campo. Ana Irisarri Arrizibita, de Garinoain, es ejemplo de ello.

Nos citamos con ella cerca del caserío San Lorenzo, donde entre campos de cereal y arbolado encontramos una viña bien cuidada por nuestra protagonista, que nos atiende simpáticamente.

2021-08-26T12:38:54+00:00

CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES

Debes acceder para ver este contenido, por favor, accede o suscribete.

Iniciar sesión

¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros

Por |2022-02-01T12:32:48+00:0001/02/2022|Garínoain, Paisanaje, Secciones | Atalak|Sin comentarios

Deja tu comentario