A menudo, al Ser Humano se le olvida su pertenencia al reino animal. Con sus necesidades biológicas, sus instintos, y todo eso. El sorprendente hecho de ser animales explica un buen número de conductas humanas a priori extrañas, como por ejemplo, cuando vamos por la calle y vemos a varias personas observando un punto, y algo en nuestro interior nos obliga a mirar al mismo lugar aunque no queramos.
Aquí aflora nuestro instinto de manada, ese que en nuestra etapa de cazadores recolectores nos permitía permanecer alerta ante una posible amenaza. Como los suricatos, pero sin tanto cuello.
administrator2021-08-26T12:38:54+00:00
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Debes acceder para ver este contenido, por favor, accede o suscribete.
¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros
Deja tu comentario