Por: Iñigo Urzain Andueza
Yemen, Palestina, Etiopía… Y así hasta casi una veintena de conflictos de alta intensidad en el mundo. Guerras de las que cualquiera huiríamos, como las y los refugiados ucranianos, hermanados con todos aquellos que, como los saharauis, han sido condenados a dejar su vida atrás.
Se trata de crisis humanitarias producidas por las ansias imperiales de grandes potencias e intereses económicos de corporaciones multimillonarias. Lo llaman geopolítica. Son vuestras guerras y nuestra miseria.
Frente a tanto egoísmo, aún hay quien extiende abierta su mano solidaria. Es el caso del tafallés Javier Arbona y la pamplonesa Laura Pina, quienes recientemente han llevado a cabo una labor encomiable, ayudando a aquellos que cruzan la frontera entre Polonia y Ucrania.
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Debes acceder para ver este contenido, por favor, accede o suscribete.
¿Aún no eres miembro? Únete a nosotros
Deja tu comentario