Ángel Iriso “Zaki” | El día 12 de noviembre, domingo, volveremos a traer por unas horas el bosque a la plaza, y se expondrán numerosas especies de setas y plantas (siempre que la climatología no sea muy adversa), debidamente etiquetadas. Sera la decimosexta edición de la «Ziza eta landare erakusketa» organizada por la Ikastola Garcés de los Fayos.

Ya han pasado cuatro años desde que la Ikastola organizó la última exposición de setas y plantas en 2019. Entre medio han estado los dos años de pandemia y en 2022 se celebró el Nafarroa Oinez.

A pesar de que el paso del tiempo enfría los ánimos y proyectos, desde la Ikastola Garcés de los Fayos se ha decidido seguir con la muestra porque queda realmente bonita, es didáctica para expertos y legos, suele tener muy buena acogida entre el público en general, y porque sería una pena que Tafalla perdiera una exposición que es de las mejores, si no la mejor, de la provincia.

La exposición se podrá visitar el día 12 de 11:00 a 20:30. Es una pena que, después de tanto trabajo, solo se pueda contemplar durante unas horas, pero la materia prima es perecedera, enseguida se marchita y pierde sus principales características.

Los aficionados a la micología podrán recoger setas (varios ejemplares y enteras) y llevarlas a la Ikastola (edificio de calle La Plana) para su posterior clasificación, el sábado día 11, a partir de las 18:00 h.

Esperemos que los bares de Tafalla aprovechen la ocasión y, al igual que lo han hecho en otras ocasiones y al igual que se hace en numerosos sitios, ofrezcan pinchos elaborados con setas y hongos durante ese fin de semana.

Los aficionados a la micología podrán recoger setas (varios ejemplares y enteras) y llevarlas a la Ikastola (edificio de calle La Plana) para su posterior clasificación, el sábado día 11, a partir de las 18:00 h.

Balance de la temporada 2023

Después de una primavera no muy fructífera, a finales de junio y principios de julio salieron numerosas especies, sobre todo boletaceas, debido a las tormentas de esos días. La cantidad bajó en agosto y repuntó con fuerza en septiembre por las lluvias de principios de mes. A mitades de octubre hubo un parón y se espera que en la primera quincena de noviembre, si no hay heladas significativas, haya un repunte que en nuestra merindad puede durar hasta finales de diciembre.

Dentro de las principales especies comestibles, la Cantharellus cibarius (zizahori o rebozuelo), que el año pasado apenas fructificó, salió con fuerza a principios de verano y no ha dejado de brotar hasta nuestros días. La Cratarellus cornucopioides  (trompeta de los muertos) tuvo su apogeo en la primera quincena de agosto, pero sigue saliendo. Cabe destacar el gran golpe de hongos (B. edulis, reticulatus o aestivalis, aereus y pinophilus)  de septiembre y principios de octubre. Quizás no habían salido tantos desde 2006, que fue un año fuera de lo común. Han brotado en todas las zonas de Nafarroa, incluidos los bosques de la Baldorba. Otro aspecto muy llamativo ha sido la cantidad de Amanita Caesarea (gorringo, kuleto, oronja, huevo de rey…) que se han visto, y en lugares muy diferentes (también en la Valdorba), algo nada habitual en Navarra. Nosotros nunca habíamos cogido tantas y en sitios tan distintos. Se han visto por la zona algunos setales de  Pleurotus eryngii (seta de cardo), lactarius deliciosus (esnegorriak, robellón…), Macrolepiota procera (galamperna), Lepista nebularis (ilarraka)… pero el gran golpe todavía no lo han dado; es probable que lo hagan próximamente, si la humedad se mantiene y no vienen grandes heladas (algo improbable por el cambio climático que estamos provocando y padeciendo).

Acotados de setas de Navarra

Algunos llevamos en este mundo más de 40 años. Hasta 2007, cuando se creó el parque micológico de la Ultzama, se podían coger setas de forma libre en todos los bosques de Nafarroa, quitando alguna pequeña excepción. Desde entonces los acotados micológicos han ido aumentando sin cesar y cada vez son más escasas las zonas libres donde no hay que pagar. Además, en muchos lugares donde no hay coto, ponen cadenas con candados o/y señales para prohibir el paso a vehículos que no estén autorizados. Todo esto se debe principalmente, y desde mi punto de vista,  a dos motivos:

La masificación de  la actividad

Es increíble la cantidad de gente que sale a por setas y principalmente a por los que dominan incorrectamente “beltzas”. Antes en cada pueblo solamente había alguna/s persona/s que se dedicaban a la recolección; sin embargo, ahora son miles. Hay como una obsesión; y en algunos casos obsesión doble, por llenar el arcón y por publicar fotos en redes sociales de cestas llenas de hongos.

La codicia y avaricia de ciertas personas

Hasta hace no mucho, en los pueblos solía haber alguna persona que se dedicaba a comercializar las setas. Solían ser muy pocos. Pero han visto como ha llegado gente foránea cometiendo grandes abusos para beneficiarse económicamente. Han visto como el mismo coche estaba día sí y día también recogiendo hongos sin parar, o cómo había depredadores que se quedaban a dormir en las bordas para, desde el punto de la mañana, arrasar con todo. Por desgracia, el dinero es ciego y todo lo corrompe. Los de los pueblos se hartaron, dijeron “Hasta aquí hemos llegado”, y comenzaron a tomar las medidas antes mencionadas.

Una vez que un valle o pueblo acota una zona lo hace según sus criterios, ya que no hay una regulación general. Esto también da pasos a abusos sin que el Gobierno de Navarra intervenga, por respeto a la autonomía municipal. Suben los precios cuando les interesa. Por ejemplo, el pase para un día en el acotado de la Ultzama estaba a 5 €, pero lo han subido a 7. Ponen los precios muy altos: 10 euros en las Abaurreas; 15 en Garralda; y ¡30 € en Azparren y Urraul Alto! Ellos también determinan los kilos que se pueden coger, habiendo grandes diferencias y excesos. Como en los dos últimos lugares citados, donde solo se pueden coger 30 ejemplares (no especifican la especie), es decir, cada ejemplar sale a 1 €. Si seguimos así, quizás pase como con las angulas.

Los mayores perjudicados de todo esto somos los aficionados de toda la vida que vamos al bosque a divertirnos; que nunca hemos vendido una seta; y que si hay suerte en la recogida, se reparten los ejemplares entre familiares y amigos.

En Navarra los pases son para un día (también hay anuales) y cada coto tiene el suyo. Esto hace que la recogida, además de cara, sea engorrosa para los recolectores, ya que hay que decidir a dónde ir (no se puede cambiar de coto a no ser que se quiera pagar dos veces) y recoger el ticket en el lugar que se indica (en muchos sitios no es posible hacerlo vía internet). Muy cerca tenemos el ejemplo de Soria en donde hay, sobre todo, un gran coto: “Montes de Soria”. Se pagan 5 € para dos días seguidos, se coge el ticket por internet de forma muy rápida, se pueden recolectar 10 kg y es posible ir de un sitio a otro sin problemas.

En Navarra se podía intentar algo parecido, o sacar un carnet para toda la temporada; pero está claro que el Gobierno de Navarra no quiere torear ese miura. Sin embargo, algo habrá que hacer, porque antes solo estaba el abuso de algunos pocos para beneficio propio y ahora también está el abuso de los cotos, que nos perjudica a casi todos y todas.